La Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) volvió a advertir ayer sobre la “sequía prolongada” que vive la provincia y sitúa a la subcuenca del río Limia ya en nivel de alerta y a los sistemas del Miño y el Sil en prealerta. La situación empieza a ser preocupante, y el organismo de cuenca volverá a remitir comunicaciones a concellos, regantes y empresas hidroeléctricas para que hagan un uso eficiente del agua y ahorren, “para non ter problemas en setembro”, aseguraba ayer José Antonio Quiroga, presidente de la CHMS. Y es que las predicciones a medio plazo que maneja el organismo hacen prever que la situación de sequía continuará los próximos meses, lo que hace necesario tener precaución para blindar el abastecimiento de muchas poblaciones.
La Oficina de la Sequía tuvo ayer su sexta reunión, en la que decidieron volver a insistir a los concellos, organismos y empresas en la necesidad de ahorrar agua y, por supuesto, dirigieron también a los ciudadanos un mensaje para evitar el despilfarro. “Volvemos constatar déficit hídrico, é unha evidencia a escaseza de choiva e o impacto sobre o territorio, o que evidencia os efectos adversos do cambio climático”, señaló Quiroga tras la reunión.
El año más seco
La falta de precipitaciones en este año hidrológico (octubre 2021-septiembre de 2022) es tan acuciante que está siendo el año más seco desde 1980, cuando se empezaron a medir estos datos, en toda la provincia. Actualmente, la precipitación media se sitúa en 603 litros por metro cuadrado, un 40,7% menos de la media histórica a estas alturas (1.017,5 l/m2). Y todo ello pese a que junio fue un mes húmedo, con un 47% más de lluvias de lo normal.
“Instamos ao uso racional do recurso, só entre todos poderemos facer fronte aos efectos desta seca prolongada”, insistó Quiroga, que pidió “dilixencia e control da auga” a los concellos, ya que “vai ser fundamental ata setembro para non ter máis problemas dos habituais”.
Ríos y embalses
La provincia afronta el año más seco de la historia, solo con escenarios similares al actual en 2005, 2011, 2012 y 2017. Este año tan seco está dejando su impronta tanto en los embalses como en los caudales de los ríos. De hecho, los embalses ourensanos están al 48,4% de su capacidad, frente al 73,5% habitual en estas épocas. Y el caudal de los ríos está incluso peor, ya que llevan un 41% menos de agua de lo habitual en este periodo.
El embalse más grande de Ourense inicia el verano con solo el 20% de agua
El embalse de As Portas (Vilariño de Conso), gestionado por Iberdrola, y cuya gestión fue investigada por el Gobierno y sancionada por la Xunta al ser vaciado el verano pasado hasta límites de casi el 12% de su capacidad, vuelve a estar al límite. La presa más grande de la provincia estaba ayer al 23% de su capacidad total. Otros embalses de la zona oriental de la provincia como el de O Bao (53%) o el de Prada (55%) no están mucho mejor, y en este último caso incluso están dejando en la playa fluvial de Os Franceses un nivel mucho más bajo que otros años.
Carballiño restringe usos del agua y pide un “consumo racional” del recurso
El segundo concello más poblado de la provincia, Carballiño (13.911 habitantes) se unió ayer a la lista de municipios que llaman a restringir usos del agua y ahorrar debido a la situación de sequía. El alcalde, Francisco Fumega, ha pedido a través de un bando “un consumo racional, eficiente, axustado e solidario no uso da auga potable”. Entre las medidas, “aforro no suministro para usos non prioritarios, coma rega de xardíns públicos e privados, campos de xogo e baldeos das rúas”. Así, prohíben regar con agua potable y llenar piscinas, o lavar vehículos”.
