Las mujeres vuelven a desbordar las calles de Ourense con una consigna compartida: "Querémonos vivas e libres"
Éxito total sin precedentes en el movimiento feminista en Ourense, en una jornada marcada por la celebración del orgullo de ser mujeres, pero también por un grito unánime para pedir de una vez por todas una igualdad efectiva: "Querémonos vivas e libres". El Día de la Mujer se convirtió en un clamor popular en reivindicación de "todos os dereitos para todas as mulleres" con un colapso sin precedentes en las calles de la ciudad.
El 8 de marzo de 2019 pasará a la historia con una manifestación transcurrida entre la Subdelegación del Gobierno y la Praza Maior que se convirtió en una marea de ourensanas (y también ourensanos) volcadas con la libertad y la igualdad y que alejó cualquier intento partidista de capitalizar el Día de la Mujer, debido al masivo respaldo de la ciudadanía.
Más de una hora tardó la cabeza de la concentración en llegar al punto de finalización, entre consignas lideradas por mujeres que, acompañadas también por muchos hombres, no quisieron perderse una jornada de fiesta capitaneada por las ourensanas.
La marea rosa de miles de personas –imposible de contabilizar ante la cantidad que desbordaba también las calles adyacentes–hizo gala de que se trata de un movimiento "imparable" que resistirá ante los "ataques" que consideran llegados desde algunos sectores de la sociedad.
"Fixemos historia"
"Hoxe fixemos historia", aseguraban desde las plataformas feministas: "Seguimos aquí, loitando por todas as mullleres e todos os nosos dereitos, hoxe é unha xornada de loita por un futuro digno para todas e de esixir políticas que protexan as nosas vidas do machismo". La "revolta" contra la precariedad, el techo de cristal, la violencia por ser mujeres, el empoderamiento o la discriminación fueron algunas de las máximas más coreadas por todos los manifestantes, que inundaron la Praza Maior.
Las calles aledañas, como Lamas Carvajal, quedaron totalmente anegadas por una marea humana que apenas se recordaba y que según los presentes, superó a la del año pasado. Pasadas las diez de la noche la muchedumbre llegaba todavía a la iglesia de Santa Eufemia, por lo que centenares de participantes se quedaron sin poder acceder al epicentro de la reivindicación. Durante la jornada, los lazos morados y los cánticos reivindicativos coparon las calles, en una jornada con huelga de mujeres convocada, que desde sindicatos como CC.OO. cifraron en un seguiminento del 50% en el sector de profesionales de la enseñanza, y en más del 90% del alumnado.
"A folga foi un éxito e a reivindicación é ineludible, por xusitza e por dereito", señalaron desde CC.OO. Según la CIG, la huelga de mujeres se hizo notar en empresas del sector de los call-center o en compañías de la zona del Polígono. El color político, con la proximidad de varias convocatorias electorales, estuvo más presente que nunca, con reproches a la "ultradereita" y al PP (aunque muchos "populares" participaron en la marcha), "que dedica todo o ano a botar abaixo iniciativas" y al partido Vox, con referecias directas a su líder, Santiago Abascal, al que le recordaron "que non te enteras, a folga convocámola nós". En los centros educativos, el alumnado de ESO y Bachillerato, el seguimiento de la huelga, según los sindicatos, se situó por encima del 90%, y en O Barco incluso se llegó al 100%.
"O feminismo vai vencer e o patriarcado vai caer, aquí están as mulleres de Ourense en pé", recordaron desde las puertas de la Casa del Concello las mujeres encargadas de leer un comunicado reivindicativo con una educación "non sexista", el "dereito ao aborto, en contra do machismo, a violencia de xénero". "Menos discursos e máis recursos", pidieron para dar carpetazo definitivo a una lacra que cada año se cobra la vida de decenas de mujeres. El mensaje fue claro: "Non queremos machos que nos asasinen".
La histórica jornada del 8-M, que sorprendió a propios y extraños tras la multitudinaria concentración vivida este viernes y que superó todas las expectativas, tras confesar algunas de las organizadoras que habían temido una menor implicación de la sociedad tras el éxito de 2018. Claro es que entre la importante masa de ourensanas y ourensanos que recorrieron las principales calles de la ciudad se colaron muchos mensajes políticos, escorados de forma rotunda hacia la izquierda y en muchos casos hacia un "feminismo anticapitalista".
En el centro de la movilización se coló el recuerdo a algunas de las ourensanas que perdieron la vida, como Socorro Pérez. Así, la Praza Maior lucía una gran pancarta con una pregunta clara y concisa: "Quen asasinou a Socorro Pérez?". Tampoco se olvidaron de recordar que "A Manada somos nós" y que juntas, las mujeres, no permitirán que sigan proliferando los comportamientos machistas.
Cientos de pancartas se pasearon por las calles con claras consignas: "A nosa loita é cada día, somos mulleres e non mercadorías"; "Rebelión, autodefensa, contra a súa violencia"; "A rúa é nosa", "Non pode ser, machistas no goberno e mulleres a morrer"; "Se tocan a unha, tócannos a todas" o "Non son mortas, son asasinadas", fueron algunas de las más repetidas.
Decenas de organizaciones apoyaron la jornada, más allá de la mayoría de fuerzas políticas. Los sindicatos, plataformas feministas como la Marcha Mundial das Mulleres, organizaciones de estudiantes... El clamor fue unánime en aras de una sociedad ourensana que se implique al 100% con el movimiento feminista.
Uno de los detalles que más impactó al asistente fue la importante presencia de niñas y niños pequeños durante la concentración, lo que dio buena cuenta de lo importante implementar una "educación igualitaria" desde las edades más tempranas.
