Wi-Max, la opción satélite o el wifi rural son otras de las alternativas
Ante las dificultados de alguno parte de la población para acceder a la red elemental para la conexión hay alternativas que no exceden mucho de precio. Una de ellas es el denominado Wi-Max, que consiste en la instalación de una antena en casa que sirve de transmisor de la señal de otra antena del operador que esté en un radio de 30 kilómetros. Importante para su uso: que no haya ni edificios ni montes altos enfrente de la vivienda. En este caso, los expertos inciden en que "no importa estar aislado" y se pueden alcanzar velocidades de descarga de hasta 3 megas.
Otra opción es la de conectarse a través del satélite, a lo que habrá que acudir en caso de no haber otra opción pero que, en general, suele funcionar hasta en el lugar más recóndito. Se trataría de colocar una antena parabólica que se conecta con el satélite a miles de kilómetros y mediante el cual se podrían registrar picos de velocidad de hasta 20 megas. Problema: la velocidad suele estar limitada y se acaba reduciendo. Los costes mensuales, aparte de la instalación, suelen rondar los 60 euros.
También está de moda el denominado "wifi rural", que funciona como el wifi de casa pero con rangos de 15-20 minutos. Las velocidades suelen ser normales y no están sujetas a limitaciones de ningún tipo, por lo que es la conexión más recomendada por expertos.
