CRÓNICA

"A estas alturas, cumplen"

photo_camera Los ourensanos disfrutaron de la tarde de ayer en el Paseo, sin olvidar sus mascarillas (MARTIÑO PINAL).
Los tapabocas son el complemento indispensable para salir de casa y pocos se los dejan atrás en las calles de la ciudad. En los comercios, los clientes siguen las normas de la nueva normalidad

El uso de la mascarilla, de obligatorio cumplimiento aunque se guarde la distancia de seguridad, ha calado entre los ourensanos. Pocos son los que circulan por las calles de la ciudad sin ella, ya que hacerlo podría suponer una sanción económica. 

La sensación ayer por la ciudad era de respeto ante las normativas higiénico sanitarias de prevención del covid. A las doce de la mañana, en un análisis a pie de calle durante diez minutos en el Paseo, un 94% de los viandantes llevaba tapabocas. La situación cambia cuanto más se aleja uno de la zona céntrica, donde su empleo se relaja un poco más. 

En O Couto, a las 12,30 horas de la mañana ayer en Ervedelo, un 80% de personas la llevaban en un recuento a pie de calle durante diez minutos, el mismo porcentaje que en la avenida de Santiago en A Ponte a las 13,00 horas de este lunes. Aunque la incidencia es menor que en el centro, el cumplimiento es mayoritario entre los vecinos de los dos principales barrios de la ciudad.

Clientes responsables

Dentro de los establecimientos, el cumplimiento es generalizado por parte de los clientes: "Todos vienen con sus mascarillas y usan el gel desinfectante o los guantes que ponemos a su disposición", cuentan desde Nuria Vidal en Concordia, donde les ofrecen dos opciones de higienización de manos. "A estas alturas cumplen, porque ya están acostumbrados", afirma Carmen Nóvoa, de la tienda Mencanta Complementos de O Couto.

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