Varios amigos del joven ahogado en las aguas del río Miño en el embalse de Velle se desplazaron hasta el embarcadero para conocer si había novedades sobre la desaparición. Visiblemente afectados por la noticia, destacaron que la comunidad senegalesa en Ourense está muy unida y que, aunque emigraron en diferentes años, se juntan al llegar.
Los jóvenes, trabajadores de Coren, recuerdan que pasaban mucho tiempo todos juntos con Alassane Gabe Ndiaye y que en sus ratos libres salían de fiesta y realizaban distintas actividades.
Ibrahim Diouf, padre de uno de los amigos del desaparecido, destacó que "estaba con un amigo. Comieron y después decidieron hacer una carrera nadando. Se encontró mal y nadie pudo hacer nada. Era muy buen chico, muy muy bueno. Fue una tragedia".
Sobre las causas, Bayouf considera que "Ibrahim sabía nadar, pero nos dice su familia que tenía unos pequeños problemas de asma. El río es muy peligroso. Ellos querían ir a Melón al principio, después cambiaron de plan y mira, fue su destino".
Sobre el amigo que estaba con él afirma que "siente una culpa tremenda, aunque ya le dijimos que no fue culpa suya. Fue el destino".
La intención de la familia es repatriar el cuerpo a su Dakar (Senegal) natal cuando lo recuperen.
Una familia plenamente asentada en España
La familia llegó a España porque al padre del joven desaparecido le hicieron un contrato como carpintero. Vino con otras tres familias de senegaleses, todas ellas con contrato. Ahora trabaja en Coren.
Van a rezar el coran en la mezquita el viernes y cuando encuentren el cuerpo harán una fiesta en su honor.
