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Ana desalojó familias en Ribadavia, derribó postes y árboles e inundó bajos

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photo_camera Una de las viviendas desalojadas en Melón. A la derecha, el caudal del río.

Varios arroyos amenazaban con desbordarse en O Ribeiro mientras un desprendimiento alcanzó tres coches en la autovía A-52

La ciclogénesis explosiva Ana mantenía en la noche de ayer en máxima alerta a los efectivos de emergencia de Ribadavia ante el riesgo de que se desbordara varios arroyos, entre ellos el Outeiro. En la localidad de Barcía (Melón), los efectivos desalojaron por precaución a dos familias ante el riesgo de que sus viviendas quedaran aisladas ante la avalancha de agua, que a las 22,00 horas ya había inundado un área de recreo en Francelos. En esta zona, el agua también entró por un bar, en un centro social y amenazaba con inundar el colegio de enseñanza Tomás de Lemos, en Ribadavia.

A mayores, un árbol cayó sobre el tendido eléctrico derribando un poste, lo que provocó que varios vecinos de la comarca quedaran sin suministro. Los efectivos socorrieron a seis conductores que se salieron, a causa del agua, de la autovía A-52, a su paso por Melón. "No hubo heridos, solo daños materiales", apuntó el responsable del Grupo de Emergencias (GES), Julio Puentes. Pero no fue la única salida de vía, dado que otra conductora resultó herida en San Cristovo de Cea, un tercero en Nogueira de Ramuín y otro más en San Cibrao.

El viento, que sopló con una fuerza de hasta 89 kilómetros en la ciudad –152 kilómetros en Manzaneda, la máxima de Galicia– y el agua dejaron un rosario de incidencias en la urbe, donde los bomberos y la Policía Local tuvieron que retirar un desprendimiento de piedras en la carretera que une el Pazo de Ramirás con Palmés, un árbol en San Mamede, otro en A Carballeira, el letrero de un bar que se desprendió en la avenida de Portugal, así como sujetar portales del alumbrado navideño, cerrar ventanas en la Delegación de la Agencia Tributaria y la Torre. También se movieron vallas y contenedores de lugar, provocando un riesgo para la circulación rodada y los peatones.

Mientras tanto, la caída de árboles mantenía ayer cortada una carretera local entre Ribadavia y Arnoia. Los efectivos de Protección Civil y GES retiraron entre las 18,00 y las 22 horas árboles que se cayeron sobre la vía pública en la ciudad, Ribadavia, Avión, Pereiro de Aguiar, Cartelle, Verín, Muíños, Lobios, Carballiño, Valdeorras, Celanova y San Cibrao. "La caída de árboles o ramas son lo que más trabajo están dando", apuntaban en Emergencias de Pereiro de Aguiar.

Mientras, un desprendimiento de tierra y piedras alcanzó tres coches cuando circulaban por la autovía Rías Baixas, a su paso por San Cibrao. Hubo otra caída de tierra en la N-120, en A Rúa. 

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