PECES

Angulones, sábalos, salmones, lampreas; para ellos el Miño acaba en Frieira

En la actualidad los peces que remontan el Miño se encuentran con el muro del embalse de Frieira

En la actualidad los peces que remontan el Miño se encuentran con el muro del embalse de Frieira; la construcción de las escalas, puestas en funcionamiento en 2012, hasta donde los peces se dejan guiar por las corrientes simuladas de un falso río de caudal ecológico -2 metros cúbicos por segundo- para después rematar en unas jaulas y que mecánicamente los ascienden en un elevador no sirven para otra cosa que para su captura –traslocar le llaman- y transportarlos después para el desove –salmones- a piscifactorías de la Xunta (Carballeda), con las que se repoblará más tarde el Miño y sus afluentes aguas abajo. No se consigue cerrar ningún ciclo y menos de forma natural. Otra de las especies afectadas es la anguilas, cuyas crías -angulas- están sujetas además a un reglamento europeo cambiante e incierto. 

Cualquier animal que por instinto –en sus genes está escrito la partitura de regresar al mar– llegase al hipotético caso de remontar el embalse difícilmente superaría cualquiera de las turbinas Kaplan instaladas. Antonio Romero y Martín Amaro -los promotores- además son pescadores y ecologistas, de los que sienten el río y se desviven por un mundo – digamos-natural, en su deseo está que el Miño y sus afluentes hasta Os Peares puedan recuperar la pesca sino de antaño, en unos niveles aceptables. Rememoran para ello episodios del pasado, justificando la gran riqueza piscícola del río, como cuando en tiempos de la construcción del ferrocarril, los trabajadores amenazaron con huelga, ante un menú nada variado, todos los días salmón, y los sábados anguilas. De momento todo ello queda muy atrás, pero quién sabe.
 

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