La policía denuncia a una brasileña que dijo haber sido agredida sexualmente por dos hombres

Un año investigando una mentira

Las mentiras llevadas ante un juzgado pueden causar distorsiones muy perversas: horas, días de investigaciones policiales, reconstrucciones, interrogatorios, pruebas forenses o médicas invertidas en ayudar a una víctima de un delito grave que, un buen día, dan un vuelta de tuerca y desmontan un paripé con fines espúrios. En el caso de la brasileña María Ivani D.R. (42 años), quien denunció en marzo de 2012 una falsa violación, buscando una excusa para no ir a trabajar en la casa en la que desempeñaba labores de interna, cuidando a una discapacitada.
Esta mujer, contra la cual un juzgado de Ourense acaba de abrir diligencias penales por una denuncia falsa, aseguró que el 19 de marzo del pasado año había sido obligada a subir a un coche cuando se dirigía a la casa de Punxín en la que realizaba labores domésticas.

En su relato ante la policía, aludió a que fue intimidada con un cuchillo de grandes dimensiones y que hasta le taparon la bocado y la nariz con un líquido de olor fuerte que la dejó adormecida. Esos dos mismos individuos, que consumieron cocaína y alcohol en el coche, acabaron violándola y posteriormente, con la cara cubierta con una pasamontañas, la abandonaron en la ciudad, junto al pabellón de Os Remedios. No sin antes, en su papel de auténticos malvados de película, sustraerle los 70 euros que llevaba consigo.

A los investigadores -el caso fue asumido por la Guardia Civil- ya les llamó la atención en un primer momento el lugar en el que fue abordada (en un puente cerca de casas habitadas y a plena luz del día) así como el que los agresores entraran a la ciudad con pasamontañas en la cabeza y que la víctima aguardase un día para denunciar los hechos.

La Guardia Civil, a través del escrutinio de su teléfono móvil, determinó que la supuesta víctima estuvo aquella tarde en Xinzo. Este hallazgo hizo que Ivani D.R. volviese a matizar su versión. Reconoció que acudió a Xinzo por una entrevista de trabajo como camarera de un club, que finalmente no aceptó. Según esa versión, el empleador le presentó a un amigo llamado 'Manolo' para que la llevase a Ourense, en donde se subió al coche un segundo hombre y así, de esta forma, añadir el resto del relato, incluida la violación.

Por estos hechos, llegó a declarar en calidad de imputado la persona que la trasladó hasta la ciudad, quien reconoció que se había acostado con la mujer a cambio de trasladarla a Ourense en una noche con alcohol, cocaína y mentiras.

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