INFRAESTRUCTURAS

La antigua depuradora dejará paso a una zona verde en Reza

Comienza el trabajo de demolición de la estación, que concluirán antes de junio, según el Concello

Los trabajos para que Ourense cuente con su nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) entraron ayer en una nueva fase con el inicio de las obras de demolición de los digestores de la antiguo equipamiento, que desaparecerá para dejar paso a una zona verde, de esparcimiento, para los vecinos de la parroquia de Reza.

La renovación de la depuradora está siendo ejecutada por una Unión Temporal de Empresas (UTE) liderada por Copasa. Según explica el concejal de Medio Ambiente, José Araújo, la demolición y la reurbanización de los terrenos deberá estar concluida en el primer semestre de este año.

Paralelamente, el nuevo equipamiento, previsto para dar servicio a casi 350.000 personas -triplicando la capacidad de la antigua-, seguirá durante un año en manos de la empresa que la ha construido, algo fijado en el contrato. Expone Araújo que durante este año, la UTE asume la labor de depuración, integrando en su plantilla a los operarios de la concesionaria municipal del ciclo del agua, Viaqua, para que se vayan acostumbrando a su nuevo lugar de trabajo.

Desde el Concello, piden la colaboración y la comprensión de los vecinos que residan en los alrededores de las depuradoras, ya que los trabajos que se comenzaron a realizar ayer pueden generar malos olores. Según fuentes municipales,los digestores almacenan los lodos resultantes del proceso de depuración del agua, que luego son utilizados como abono.

Un aspecto que no está definido, por el momento, es la cantidad que tendrá que abonar el Concello una vez que se realice la liquidación del contrato para ejecutar las obras.

Tres millones de discrepancia

Según reconoce José Araújo, las discrepancias entre el Ayuntamiento y Acuaes, la sociedad pública que depende del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ascienden a una cantidad que ronda los tres millones de euros.

No obstante, el concejal ourensano opta por la cautela y prefiere no valorar esta situación, señalando que se discutirá en próximas reuniones de la comisión de seguimiento de esta actuación las diferencias económicas.

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