Cada año, los alumnos que eligen cursar el bachillerato inician una de las etapas más frenéticas de sus currículos escolares. El culmen del estrés viene con la Selectividad, el examen final del que obtendrán un número que los autorizará para entrar en una u otra carrera, o acudir a su universidad preferente.
El IES O Couto celebró ayer la primera sesión del "Programa de intervención psicolóxica para hacer fronte ao estrés", una actividad para ayudar a los alumnos de segundo de bachillerato a gestionar mejor el agobio del curso y de cara a los exámenes. La clase de relajación fue impartida por Encarnación Sueiro, profesora asociada en el grado de Educación Social de Ourense y responsable de orientación familiar en el servicio de salud mental del Sergas.
"Es importante que los alumnos aprovechen Ourense para andar en bicicleta o correr, el ejercicio es fundamental"
La primera sesión consistió en la puesta en práctica de cuatro técnicas para llevara a cabo la respiración diafragmática y la relajación muscular, y la siguiente semana se impartirá teoría sobre las distorsiones cognitivas y las autoinstrucciones para organizarse frente al estudio. Además, se abordará una de las preocupaciones más frecuentes que surgen a muchos alumnos cada año: "¿Qué pasa si falla el plan establecido, estoy fracasando?".
La experta afirma que esta intervención surge cuando se detectan ciertos problemas en el aula: "Es común encontrarse con alumnos que se bloquean y acaban llorando en los exámenes, esto sirve para gestionar la presión constante del tiempo y evitar esas situaciones".
El covid, otro factor de estrés
Como si se tratase de una metáfora, una golondrina se colaba en las instalaciones del instituto, y el profesorado se unía para tratar de orientarla a la salida, Sueiro explicaba que el covid-19 y el encierro pudo ser un agravante del estrés, aunque afirmó que "también es una oportunidad. Ya no hay actividades extraescolares, ni existe la presión social de quedarse sin salir, es posible organizarse de otra manera, eso sí, siempre respetando la alimentación, el sueño y la actividad física". Afirma, que Ourense es precisamente una ciudad muy apropiada para el mens sana in corpore sano: "La ciudad es muy agradecida, ofrece muchas posibilidades para caminar, correr o ir en bicicleta al aire libre, es importante que los alumnos la aprovechen".
Esa adaptación a la pandemia es para la educadora un proceso clave porque "podría desembocar en bloqueos o dar a entender que ya no hay nada que hacer porque nos van a regalar el aprobado. Además, durante el confinamiento muchos abusaron de las pantallas y desordenaron sus horarios".
En la misma línea de gestión del covid por parte del alumnado, Sueiro señala que "los adolescentes son rebeldes por naturaleza, desafiantes, y creen que no les va a pasar nada si se contagian". Sin embargo, la alumna Xiana Iglesias afirma que "es un tema que preocupa, especialmente el poder contagiar a mi familia".
El vicedirector, Serafín Alonso, destaca que "os rapaces teñen unha fortaleza psciolóxica enorme, en moitos casos maior que a nosa, e levan á perfección as filas, as distancias e toda a disciplina. Teñen coñecemento de que están actuando en beneficio propio, e de que canto máis cumplan as normas antes se solucionará o problema".
