CONCELLO - OURENSE

Sueldos y dedicaciones avivan desde el minuto uno la tensión en la ciudad

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photo_camera Gonzalo Jácome y Jorge Pumar en el primer pleno de la legislatura.

DO y PP "salvan" con la abstención de Ciudadanos su propuesta de exclusividades en un pleno que augura un duro mandato

Veinte días después de verse las caras en la sesión constitutiva del Concello de Ourense que situó a Gonzalo Pérez Jácome como alcalde de un gobierno de coalición entre PP y Democracia Ourensana, la Corporación celebró este viernes su primer pleno, que como dicta la legislación debe garantizar la organización y el funcionamiento para el mandato, dando cuenta de las delegaciones de competencias, conformación de la junta de gobierno o comisiones y, como asunto más espinoso, fijar las retribuciones y las dedicaciones de las que dispondrán los grupos.

Aunque el acuerdo de gobierno garantiza la mayoría absoluta al gobierno, las ausencias de tres concejales de DO en la sesión fijada este viernes (Mario González y Ana Isabel Rebanales no pudieron asistir y Ana Isabel Bertólez presentó su renuncia al acta), provocó que las primeras votaciones del mandato, entre ellas la de acordar los sueldos, quedasen supeditadas a la decisión de la oposición para ser aprobadas, facilitando Ciudadanos con su abstención el desbloqueo de este asunto, ya que PSOE y BNG votaron en contra de la propuesta de la Alcaldía.

La factura de la Corporación crecerá, por tanto, notablemente respecto al pasado mandato. Solo en salarios, añadiendo las cantidades de la Seguridad Social, se desembolsarán cada año según aseguró el portavoz de DO, Miguel Caride, unos 820.000 euros, percibiendo un sueldo fijo con dedicación 15 de los 27 concejales, 10 del gobierno y cinco de la oposición.


Choque de opiniones


Con la cifra sobre la mesa, las intepretaciones de cada uno de los grupos es bien diferente. Tanto Miguel Caride como la portavoz del PP, Flora Moure, defendieron que las cantidades de los salarios han quedado congeladas y que se ha sido "dadivoso" con la oposición, valoración que no sentó nada bien a PSOE, Ciudadanos y BNG, provocando un continuo cruce de reproches y con un Gonzalo Pérez Jácome, con el papel de moderador a un lado y siendo muy intervencionista en su primera sesión como presidente del pleno, contestando a cada una de las intervenciones de los portavoces.

Fueron precisamente los sueldos de Jácome (68.383,9 euros) y el del teniente de alcalde, Jorge Pumar (58.437,72), los que suscitaron varias críticas tras manifestar Caride "que son uns dos máis baratos das cidades galegas". El socialista Rafael Rodríguez Villarino reprochó al regidor que "mentres en 2015 dicía que renunciaría á dedicación exclusiva" si llegaba al puesto, "agora faga todo o contrario do que predicaba, enganando e mentindo", mientras que José Araújo (Cs) apuntó que Jácome "debería cobrar menos porque hai dous alcaldes, xa que vostedes son a cara B do PP e vostede o mellor trileiro á fronte dun réxime teocrático, o alcalde máis mentiroso da historia". El nacionalista Luis Seara ve "unha realidade palmaria que hai dous gobernos".

Sin embargo, la cosa no quedó ahí y salió a relucir si este gobierno es "o máis caro da historia" de Ourense, algo negado tajantemente por los representantes del bipartito, que señalaron al equipo PSOE-BNG del mandato 2011-2015 como el más costoso para las arcas municipales.

"Só din mentiras, medraron as dedicacións. En que se basearon? Que cada un tivera o seu pago para cargar coa situación coa que tragaron (en alusión al pacto PP-DO), estamos ante unha Corporación falsa", sentenció Villarino, que no fue el que más incidió en la cuestión de los salarios, con especial protagonismo para José Araújo: "Este goberno non se axusta á cidade, só a intereses particulares". Por su parte, el portavoz del BNG, Luis Seara, reconoció que "hai que asumir que a política ten custe e precisa medios", pero puso como límite "o sentido común", tildando de "disparate e desmesurado" el gasto propuesto por el gobierno local, "imposible de xustificar porque vivimos en Ourense, con milleiros de persoas que non chegan ó salario mínimo ou están en risco de exclusión, polo que a sensación na rúa é de indignación e cabreo".

Para Gonzalo Pérez Jácome, sin embargo, la opinión de la oposición entró en la "demagogia barata porque tal y como está el Concello hace falta una dedicación tremenda y lo que importa es lo que hagamos, ya que si levantamos la ciudad deberíamos cobrar el doble y si sigue como está será una estafa", cargando contra Seara "por no hablar de tu sueldo".

En esta línea se pronunciaron tanto Miguel Caride como Flora Moure. El portavoz de DO recordó que el gobierno "dedica máis horas e ten máis responsabilidades e non se traballa gratis, xa que de algo hai que vivir", tildando de "necesario e mínimo" el coste de los sueldos del bipartito. Mientras, la popular dijo que "se ha buscado el equilibrio" y pidió a la oposición "margen para que empecemos a trabajar, ya que tenemos claro lo que queremos, mejorar Ourense e intentaremos no caer en un bipartidismo". 

 


El consello de deportes, ante una posible modificación


Aunque la mayor parte de los temas del orden del día fueron para dar cuenta de diferentes acuerdos, entre ellos la composición del Consello Municipal de Deportes, la representatividad en este órgano generó cierto debate, al protestar el BNG por los miembros y el PSOE por no "respectarse a representatividade".

El alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, reconoció que "todo es mejorable" y abrió la puerta a "integrar" el Consello Municipal de Deportes en el Concello y que deje de ser un organismo autónomo. "Quizá haya una revisión en este mandato, lo normal es integrarlo, pero ahora mantenemos la proporción", dijo el regidor.

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