OURENSE NO TEMPO

Los Ares de Parga

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photo_camera Planta del teatro circo proyectado (Archivo Municipal de

Muchos son los nombres y apellidos que el tiempo ha ido ocultando a nuestra memoria, en algunos casos, incluso el tener una calle o plaza dedicada no ha conseguido que las generaciones actuales les tengan el recuerdo merecido. Solo a modo de ejemplo, ¿cuántos recordáis la profesión de Juan Manuel Paz Nóvoa o quién era don José García Mosquera, los Xesta, los Villar? No se trata de vivir en el pasado como algunos piensan,  sino de preocuparse por saber cómo fue éste y qué consecuencias tuvieron ciertas acciones para intentar que no se repitan, o recuperar su dirección si han sido interesantes.   

Hoy mi intención es recuperar del olvido a una familia polifacética, que aparece con frecuencia en mis lecturas de finales del siglo XIX. Los Ares de Parga (desconozco si existe actualmente alguna rama familiar en nuestra ciudad). En torno a mediados del siglo XIX el matrimonio formado por Manuel Ares de Parga Pulleiro y Melchora Conde residen en Ourense donde iban a tener tres hijos, José, Aureliano (1851) e Ignacio (julio de 1865). Presumiblemente gozaban de buena posición económica, estudiando al menos dos de ellos en la Institución Libre de Enseñanza.

 El primer dato que encuentro (1870) sitúa a un joven Aureliano como vicesecretario del Liceo, colaborando en el lanzamiento del periódico “El Eco del Liceo”. Presumiblemente en aquellos años vivían a caballo entre Ourense (calle Paz, 24) y Madrid. Hacia 1875 Aureliano trabaja como gestor administrativo y comercial, al tiempo que prepara un libro que serviría para hacer más fácil el trabajo a los maestros, que sale a la luz  en 1879: “Método simultáneo para la enseñanza de la escritura, lectura y ortografía”. Casi al mismo tiempo comienza en Ourense la publicación de la revista “La Instrucción”, dedicada a la defensa de la enseñanza y el magisterio (revista quincenal de la que sólo conocemos la existencia de 4 números, el primero es de 1 de junio de 1880).

En esos años nos confirma “La Gaceta de Galicia” la relación de Aureliano con el abogado y periodista ourensano Alberto García Ferreiro, con el que colaboró en la directiva de las “Juventudes Democráticas de Orense”. De ese año (1881) se conoce también el interés que los Ares de Parga mostraron en la organización de la llegada del primer tren de Vigo.

Probaron fortuna los Ares de Parga en los negocios, inaugurando un pequeño y céntrico hotel de gran lujo (1882), sospecho antecedente del café Regio en la plaza de Obispo Cesáreo. Se llamaba  “Hotel Inglés, Restaurant, Café”. En agosto de 1885 deciden cerrarlo con la intención de dedicarse a la compra venta de artículos de consumo de las colonias y de importación: “Tanto coloniales como del extranjero”. Retomaba así Aureliano su trabajo como agente comercial, que no iba a ser fácil debido a la competencia que en aquellos tiempos existía en ese sector. Cualquier ciudadano con familia en el extranjero se creía habilitado para ejercer esas funciones… (se les conocía como comisionistas).

Intencionadamente he dejado en el tintero, la publicación hacia 1883 del segundo libro de Aureliano: “La instrucción primaria en España”, en el que, anticipándose a las ideas que años más tarde desarrollaría su hermano Ignacio, propone nuevos métodos de estudio y organización para las escuelas de primera enseñanza, incluso presenta varios planos que faciliten la comprensión de su proyecto. Este libro probablemente sea el germen del último proyecto que los hermanos Ares de Parga intentaron poner en marcha antes de la más que probable emigración a tierras argentinas de toda la familia.

En 1886, Aureliano presenta en el Ayuntamiento ourensano una solicitud para levantar una estructura provisional en terrenos municipales, que albergaría un espacio lúdico, al tiempo que se utilizaría para representaciones teatrales que permitirían la auto financiación. El centro desarrollaría funciones educativas. La ubicación elegida seria la esquina de Progreso con la avenida. de Pontevedra. El proyecto sería ejecutado en madera “de construcción solida y elegante” y ocuparía un total de 500 metros cuadrados. Quizás la falta de concreción  del proyecto y un más que mejorable estudio (es posible que existiera un error de planteamiento, por no ser terreno público el solicitado) fueran la causa de que el proyecto se quedara solo en eso. 

El último dato que puedo aportar es el que nos habla de Aureliano como defensor de la idea de crear en la ciudad una “muy necesaria” Escuela de Artes y Oficios ("Álbum literario", 14 de octubre de 1888). A partir de ese momento, todo parece indicar que la familia emigra hacia tierras americanas, dato que de manera definitiva se constata en 1889 cuando el Ayuntamiento ourensano da de baja en el censo de electores a Don José.

Años después, Ignacio regresó a Galicia y tuvo un papel muy importante en la apertura de varias escuelas en el Val Miñor, pero eso es otra historia.

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