Armas para una economía de guerra

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Las consecuencias que dejará en la economía la crisis del coronavirus serán muy graves, pero impredecibles por el momento. Pese a la crudeza de lo que se avecina, algunos datos pueden dar un plus de resistencia a Ourense.

Los defectos pueden ser virtudes en tiempos de severas restricciones como los que se avecinan. La estructura socioeconómica provincial, tan dependiente de prestaciones o sueldos públicos, puede ser una "ventaja" en esta nueva recesión. Estos son algunos elementos a valorar.


Sueldos públicos


La Encuesta de Población Activa cifra en casi 112.000 los ocupados de la provincia, con un gran peso del sector público. De acuerdo con las cifras oficiales del Ministerio de Política Territorial y Función Pública, en Ourense hay 18.682 personas que trabajan para la Administración, por lo tanto con sus salarios protegidos, aunque pueden ser víctimas de algunos recortes, como ya ocurriera en la crisis que estalló en el 2008. No se descarta congelación salarial los meses venideros, dependiendo de lo que dure esta crisis. La Administración del Estado emplea en la provincia a 2.605 personas, la Xunta a 11.282 y la Diputación y los 92 concellos a 4.795. Los ingresos medios, además, están por encima de los que recibe la mayoría de los empleados del sector privado. 


El ahorro


Si algo caracteriza al ourensano es su espíritu ahorrador. Por lo menos así lo demuestran los datos que hace públicos el Banco de España cada trimestre. Al finalizar el 2019 —último dato conocido— los depósitos de las entidades financieras en la provincia sumaban 8.600 millones de euros, una cifra que ha crecido incluso en los tiempos de la última crisis. Ese colchón puede dar seguridad, al menos para quien ha tenido la capacidad económica para ahorrar o la previsión de hacerlo. Ourense es, además, una provincia escasamente endeudada. Las compras a crédito siguen cayendo y el Banco de España sitúa los préstamos en algo más de 3.000 millones de euros. 


Vivienda


Ourense es la provincia gallega con menos créditos hipotecarios pendientes de pago. Un 12,4% de los hogares (15.960) tienen que hacer frente a gasto de hipoteca. En cuanto a la cuota del préstamo, es de 348 euros de media, ligeramente por encima de Lugo, con 340 euros mensuales, la segunda más baja de Galicia. En la provincia hay una alta tasa de propiedad inmobiliaria ya pagada. Viven de alquiler el 11,85% de los hogares (15.229), el indicador más bajo de Galicia. y pagan de media 304 euros al mes, por encima de Lugo, donde se abonan 304 euros. 


Contexto general


Según un informe del Observatorio Económico Ourensán de la Diputación, la huella de la crisis es innegable, que se ceba en todos los sectores, pero ofrece cierta fortaleza en el sector primario, según se desprende de las afiliaciones medias a la Seguridad Social en marzo. Habrá que esperar a mediados de abril, cuando se conozcan las cifras referidas a 31 de marzo y se vea las consecuencias del coronavirus en las cotizaciones del sector. 


La huerta


El origen agrario de la provincia también deja su poso en el autoconsumo. Pese a que este tipo de practicas disminuye, hay muchos hogares que proveen la despensa. Según el Instituto Galego de Estatística, un 49,4% de los hogares (63.484) reconoce ahorrar en alimentos al cabo del mes porque o los cultiva o se los regalan amigos o familiares. Este indicador solo es superado por Lugo. De acuerdo con las consideraciones que hace el IGE, el ahorro se suele producir en productos como patatas, hortalizas y demás cultivos de huerta o frutas. Se incluye también carne de cerdo u otros animales como pollos o conejos.


Las prestaciones


Ourense es una provincia muy subsidiada, pero las percepciones están garantizadas porque provienen de aportaciones públicas. Las pensiones de la provincia están entre las más bajas de España, pero también aquí se constata uno de los costes de la vida más asequibles. Según el Observatorio Económico Ourensán, la nómina de las pensiones en el año 2019 se elevó a 1.096 millones de euros, batiendo otro récord, disparándose un 52,6% en los últimos diez años. Esto permite a miles de hogares tener ingresos garantizados. En algunos casos, en la crisis del 2008, permitió ayudar a mantener saneadas algunas economías domésticas. La entidad subraya: "este incremento no último ano da nómina de pensións é debido ao incremento do importe medio derivado da revalorización como da entrada no sistema de pensionistas con máis anos de cotizacións e con seguros sociais máis elevados, por proceder do sector industrial e servizos". 

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