Los arquitectos apelan a la educación de la población

Cuestiones como la rehabilitación por encima de la nueva construcción, la simplificación de los tipos de suelo o dejar en manos de los concellos la autorización de construcciones en suelo rústico vinculadas a explotaciones agropecuarias y forestales -aunque ya la mayoría de los usos permitidos en el suelo rústico pueden ser otorgados con licencia directa municipal- gusta a los alcaldes, aunque los consultados se muestran prudentes hasta conocer con detalle el nuevo anteproyecto.

Todos, eso sí, prefieren acortar plazos y trámites porque actualmente la elaboración y aprobación de un plan de urbanismo suele prolongarse más de un lustro. Y el tiempo aumenta cuando se modifican leyes, que obligan a los equipos redactores a modificar sobre la marcha, mientras redactan el planeamiento, volviendo a ser necesarias las aprobaciones iniciales y provisionales, los informes de técnicos municipales y las exposiciones al público. Es por ello que concellos como Pereiro de Aguiar o Carballiño hayan decidido parar la tramitación de sus nuevos planeamientos, en fase de redacción, para esperar a que la legislación entre en vigor.

Con todo, el regidor de Celanova, José Luis Ferro, admite la importancia de apostar "por rehabilitar lo que ya tenemos, antes que emprender obra nueva", mientras Pura Rodríguez, de Gomesende, considera que la nueva ley "va a favorecernos en aspectos como el de utilización de suelo rústico, ya que antes había una ley general para todos, a la que cada municipio tenía que adaptarse, y ahora se adaptará la norma a cada realidad". También ve positivo que se limite la construcción nueva y se prime la rehabilitación de casas antiguas, "porque eso ayudará a mantener la imagen del pueblo".

La importancia de la rehabilitación, que va pareja a la lucha contra el feísmo, los edificios en mal estado o las construcciones inacabadas, se destaca también en la ciudad, donde el sector de la construcción se mantiene, con dificultades, gracias a ella. E irá a más si el actual planeamiento se aprueba finalmente con esa limitación a las nuevas viviendas, que se mantiene en el anteproyecto de la Xunta y que en Ourense deja el número de pisos nuevos en cerca de 20.000.

Pero la concejala de Urbanismo de Ourense, Áurea Soto, que supervisa la tramitación del Plan de Urbanismo de Ourense, ahora en fase de contestación de alegaciones y de informes técnicos tras su aprobación inicial y su exposición pública, cree que la nueva ley tardará en entrar en vigor, por lo que su impacto se conocerá a más largo plazo, aunque podría obligar a realizar alguna modificación en el actual planeamiento.

El presidente de la delegación ourensana del Colegio de Arquitectos, Alberto de Paula, hace hincapié en otra cuestión, que echa de menos en el anteproyecto: la educación. Dice que "es fundamental saber transmitir a nuestros ciudadanos la necesidad del respeto hacia nuestro territorio, hacia el espacio en el que vivimos, y ello no se hace imponiendo leyes, se hace desde la educación".

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