La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) inició los trabajos de restauración hidrológico-forestal de las zonas devastadas por los incendios de este verano, en O Courel, Macizo Central y Valdeorras para paliar la degradación de los hábitats quemados. “Se harán retiradas de madera quemada se emplearán técnicas de bioingeniería que permitan frenar la erosión y los arrastres a los ríos, para evitar la contaminación y generar microhábitats que permitan el desarrollo de vegetación futura” explicó su presidente, José Antonio Quiroga.
Estos trabajos, que superan el medio millón de euros, tienen como prioridad la retirada de madera y tapones en zonas próximas a cascos urbanos con riesgo de inundación, la reducción de arrastres de cenizas en proximidades de captaciones de agua y evitar la erosión en las zonas de mayor pendiente. “Las actuaciones se ejecutarán en zonas montañosas con fuertes pendientes donde se ha reducido drásticamente la cubierta vegetal, por lo que el efecto erosivo laminar por las laderas provocará importante flujo de líquidos y sólidos hacia los cauces, con la consiguiente degradación de los ecosistemas fluviales, además de problemas por arrastres y tapones en infraestructuras y poblaciones aguas abajo de la zona quemada”, indicó Quiroga.
El presidente de la Hidrográfica aseguró que “hoy -por ayer- mismo, hemos comenzado a trabajar con tres brigadas en O Courel, y derivaremos algún otro equipo de los que actualmente trabajan en el programa de conservación de cauces”.
Estos trabajos estarán coordinados con la Xunta de Galicia, por lo que habrá una reunión este lunes con el conselleiro de Medio Rural para establecer los planes de actuación conjunta entre ambas administraciones.
