CRÓNICA

Artífices de buenos deseos y chefs en favor de la paz

Manifiestos de esperanza, palomas mensajeras que trasladan sus deseos a partir de códigos QR y recetas para frenar el odio en el mundo fueron algunas de las actividades de los colegios para celebrar el Día de la Paz

La ciudad se convirtió ayer en un refugio para albergar los mejores deseos de los niños, coincidiendo con la celebración del Día escolar de la no violencia y la paz. Los buenos días llevaban implícitos una declaración de buenas intenciones en los centros escolares de Ourense. "Tenemos que unirnos en la diversidad, mirar más allá, aceptar las diferencias y comprender que podemos aprender de todos". Con estas palabras, los niños del colegio Miraflores, que ayer visitaron el Salón de Plenos del Pazo Provincial y fueron recibidos por el vicepresidente de la Diputación, Rosendo Fernández, manifestaban su intención de "frenar el odio en el mundo".

A unos metros de allí, la Praza Maior acogía a los alumnos de tres centros para celebrar el día de la Paz. Los del San Pío X llevaban por consigna "a paz chegará" y, para ello depositaron su fuerza en unas coloridas palomas mensajeras que pegaron en las columnas del Concello, acompañadas de un código QR para hacer a los viandantes partícipes de sus mejores deseos. Por su parte, los escolares de 4º curso del Padre Feijóo Zorelle llevaron una larga lista con anhelos por la paz. Silvia hizo un llamamiento a las "clases sin acoso escolar" y Kimberly apostó por "la amistad y el respeto a los niños". Los estudiantes de La Purísima interpretaron con sus flautas y guitarras una canción con la que desearon que "todos los días lleguen cargados de paz".

Mientras, en Franciscanas los alumnos preparaban una receta por la paz. ¿Los ingredientes básicos? "150 gramos de ralladura de sorrisos e 300 gramos de amizade para empezar ben ó día". 

El cielo ourensano se llena de globos para pedir la paz

Las buenas intenciones de los escolares de los tres centros educativos reunidos en la Praza Maior se elevaron hasta el cielo colgadas de globos blancos. "Buen viaje y haced nuestros deseos realidad", exclamó Hugo del Colegio Padre Feijóo Zorelle mirando su ascenso, justo antes de que sus compañeros estallasen en gritos de euforia tras soltar sus mensajes. 

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