A TRIBUNA

Os aseguro que volveré, en Ourense hay futuro

Sé lo que sientes, lo sé porque te he visto mirarme y darle la mano a mamá cada vez que salgo de casa con el traje nuevo y lo sé porque he visto cómo os miráis cada vez que regreso sin una oportunidad de aquellos que creímos los nuestros.

Lo sé porque he visto tus manos y sé de donde han salido cada una de sus cicatrices, me consta la cantidad de noches que has tenido que trabajar para pagar cada una de las asignaturas de nuestra carrera, una oportunidad que tú nunca tuviste pero apretaste los dientes cada vez que sonaba el despertador para que tus hijos no tuvieran que pasar lo mismo que pasasteis vosotros. Te he visto llegar a casa y, aunque agotado, te sentabas con nosotros a darnos el mayor de los tesoros que unos padres pueden dar a sus hijos, tiempo, tiempo para inculcarnos que con sacrificio y perseverancia nosotros tendríamos un futuro mejor y así lo hicimos, vaya si lo hicimos y ahora…esta sociedad no ofrece una oportunidad ni siquiera a aquellos que un día nos partimos la espalda estudiando.

No me duele por mí porque me enseñasteis que no hay nada indigno en ninguno de los trabajos temporales que he tenido, me duele por vosotros, me duele porque llegasteis de una España que, por cercana en el tiempo, me parece imposible, una España que se sacrificó para conseguir un país que ahora algunos deprecian, una España que no nos inculcó los valores del emprendimiento pero en la que algunos tuvimos que hacer acopio de una valentía y una formación que no teníamos para abrir nuestros pequeños negocios en un intento por poder demostraros que la generación mejor formada de la historia podría devolveros todo vuestro sacrificio con la más valiosas de las monedas para un hijo, el orgullo de sus padres.

Por todos estos motivos os he pedido que os pusieseis el traje y os he traído hasta aquí, porque no se me ocurre mejor manera de emplear los escasos ahorros que me quedan en la empresa que en invitaros a uno de esos restaurantes que nunca os pudisteis permitir, sacrificio que creísteis garantía de nuestros futuro. Os culpáis a diario de no haber sabido hacerlo mejor pero os he traído hasta aquí para deciros que no os equivocasteis nunca porque con cada cena ,cada conversación, cada mirada… ese futuro lo habéis garantizado; nos habéis aportado los elementos que, de verdad mueven el mundo, elementos intangibles como la honradez, la humildad, la sinceridad… elementos que han formado a unos hijos que no tienen el trabajo por el que lucharon sin descanso y a los que ahora esta crisis aboca al cierre de un sueño. Así que, disfrutad, disfrutad de la cena porque mi avión parte mañana a primera hora y salgo al mundo a demostrar que el talento de los jóvenes de esta tierra resulta ser apreciado en otros países. Me voy con la vista puesta en mi regreso y os aseguro que volveré, volveré para mostraros que en nuestra tierra los jóvenes vamos a seguir demostrando que en Ourense… hay Futuro.

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