Antonio Gali, condenado por dos muertes violentas en Zaragoza, será juzgado por otro homicidio

Un asesino múltiple en el banquillo

Un jurado popular, ya preseleccionado, será el encargado de juzgar a un hombre con un historial delictivo previo en el que ya constan dos brutales asesinatos en Zaragoza (el marido de su amante y una niña de 11 años). Antonio Gali Balaguer deberá responder por el crimen de una mujer con la que supuestamente contactó para un servicio sexual en la Alameda de la ciudad. Pese a que en Ourense se le intentó procesar por otra tentativa de homicidio, que finalmente quedó en falta, salió absuelto.
Apenas llevaba dos semanas en libertad y volvió a las andadas, según las acusaciones. Pero a unas andadas con consecuencias brutales. Antonio Gali Balaguer (58 años) se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia provincial el próximo día 24 de este mes para responder del asesinato/homicidio perpetrado en el mes de noviembre de 2005, momento en el que, según el Ministerio Fiscal, mató en las inmediaciones de la localidad de Maside a una mujer que se encontraba ejerciendo la prostitución en la Alameda, en la ciudad.

Un jurado popular será el encargado de emitir un veredicto para dirimir la responsabilidad penal de este valenciano, mecánico de profesión, que está considerado, por sus antecedentes penales, como un auténtico ‘asesino múltiple’. Y ello por las dos muertes violentas previas por la que ya cumplió condena: el macabro crimen de un pastor, marido de su amante (mes de noviembre de 1982) cuando vivía en Cape (Zaragoza), al que envolvió en cal y enterró en un foso; y el asesinato de un niña de 11 años después de abusar de ella sexualmente y a la que finalmente ahogó en una bañera por temor a que lo delatara. Fue entonces cuando confesó haber asesinado al pastor dos años antes.

El caso de Ourense

En Ourense, fue detenido en marzo del año 2006 por el presunto homicidio de Aurora D.B. y por intentar acabar con la vida de otra mujer que también se dedicaba a la prostitución y que lo reconoció como la persona que la agredió dentro del coche a las afueras del término municipal de la ciudad.

No obstante, estos hechos relacionados con esta última mujer que lo identificó, pese a que la intención del fiscal fue llevarlo como un caso de tentativa de homicidio, quedaron en una imputación por una falta de lesiones, de la que incluso fue absuelto el acusado en segunda instancia.

EL FISCAL

Quince años de cárcel por homicidio

El Ministerio Fiscal reclama para Antonio Gali una pena de 15 años de prisión por un supuesto delito de homicidio, con el agravante de reincidencia ya que, según recuerda, una sentencia firme del año 1985 lo condenó a un total de 58 años de reclusión mayor por dos delitos de asesinato y a otros seis años por abusos deshonestos. De este modo, hasta el 24 de abril del año 2014 no extinguiría la condena. El fiscal sostiene, además, que, ‘tras una discusión con la última víctima mortal, Aurora D.B. (la mujer ourensana de Maside, a la que habría dado muerte) , la agarró fuertemente por el cuello con la manos hasta provocarle la muerte por asfixia’. Tras comprobar que la mujer había fallecido, la abandonó en una cuneta de la carretera.

ACUSACIÓN PARTICULAR

Veinte años por asesinato A diferencia del Ministerio Público, el letrado de la acusación particular considera que la actuación de Antonio Gali Balaguer responde a un asesinato (delito que está penado con más años de cárcel). Y lo justifica en la conducta siempre alevosa que mostró el inculpado, según sostiene en su escrito. ‘Buscó a propósito para realizar el crimen un paraje totalmente deshabitado donde su acción no podría ser impedida por ninguna persona que auxiliase a la víctima, que no tuvo ninguna ocasión de defenderse’, relata en su escrito de acusación. Si el jurado accede a sus pretensiones, el encausado podría ser condenado hasta un total de 20 años de prisión.

LA DEFENSA

Absolución o muerte por imprudencia El letrado de la defensa, quien ya llevó de forma exitosa la otra causa abierta contra Antonio Gali en la ciudad, reconoce, a tenor de la propia confesión del inculpado, que sí estuvo con la víctima, pero que en ningún momento tuvo intención de darle muerte.

En un intento de negar la mayor, su punto de partida es la obtención de la libre absolución pero en su escrito de calificación también incluye la alternativa del homicidio imprudente (no tuvo en ningún momento intención de matarla). El procesado declaró durante la instrucción que hubo una discusión porque ella intentó robarle la cartera.



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