Escuela

Así funcionan dos comedores escolares "modelo" en Ourense

Ourense. 07/02/2020. Reportaje sobre los comedores escolares gestionados por Anpas. En la foto los alumnos del CEIP Curros Enríquez.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Comedor escolar del CEIP Curros Enríquez. (Foto: Xesús Fariñas)
Cada uno de ellos se basa en el valor de los productos y la proximidad: "Ofrecemos algo difícil de encontrar, la cercanía"

Los centros educativos Curros Enríquez e Inmaculada ofrecen un servicio “modelo” para los niños. La Federación de Asociacións de Nais e Pais públicas de Ourense (FAPA) gestiona sus comedores escolares: “Somos un modelo de referencia”, afirma José Antonio Álvarez, presidente de la FAPA. La calidad es su objetivo y la buscan en materias primas procedentes de proveedores locales: “Panadería Tito, Aceites Abril, Cárnicas Milucho o el Grupo Cuevas nos suministran productos que marcan la diferencia”, explica Álvarez. De esto dio fe Alberto Chicote en su visita a la cocina hace un año, en la grabación de "¿Te lo vas a comer?".

Aunque puedan trabajar como lo haría cualquier restaurante, ofrecen algo que en ellos no se puede encontrar, “la cercanía”: “Nosotros nos relacionamos con las familias y los niños, ellos con nosotros y también mantenemos una proximidad con nuestros proveedores”, especifica Álvarez. Esta relación permite que lleguen a ellos las sugerencias. La última de los niños,  la lasaña: “Es un producto que demandan mucho y trataremos de hacérsela llegar con vegetales y legumbres”, explica Álvarez. Otra petición, la empanada, que seguirá el requisito de “masa madre” como en el pan: “En nuestros comedores, nuestros hijos comerán el pan de nuestros abuelos”, es el eslogan que han ideado.

El Catering Antonio Gallego Cid cocina desde el Seminario Menor: “Tenemos todos los factores para poder ofrecer la calidad con una buena situación, un gran grupo de trabajo en el que somos una familia y también, gracias a los distribuidores que tenemos”, cuenta su gerente, José Gallego. Un supervisor se encarga, cada día, de que las comidas estén en un estado óptimo, incluida la temperatura a la que llega a los colegios. “Por la mañanas viene a la cocina para comprobar la calidad que exigimos en nuestros comedores, si algo considera que no está en condiciones, lo retira”, comenta Álvarez.

Los menús los confeccionan basándose en su comensales: “Los hacemos según lo que más les gusta, procurando usar pocas carnes rojas, más de las blancas y tres veces pescado”, explica Álvarez. Las verduras no faltan, presentadas de diversas formas, ya sean cremas o en ensaladas, las legumbres y la fruta, dando pie a las de temporada, son “fundamentales”. Las opciones personalizadas también se contemplan en niños con alergias o intolerancias, incluso por razones culturales: “Al inicio del curso nos pasan los certificados médicos y a partir de ahí se trabaja con los menús para cada uno”, comenta Gallego. 

En un futuro, en colaboración con el Centro Médico El Carmen, contarán con el apoyo de nutricionistas y endocrinos para ayudar a los padres con las comidas fuera del comedor. "Completaremos con sugerencias con comidas para la media mañana, las meriendas y las cenas", cuenta Álvarez, que además ofrecerán talleres a los padres sobre alimentación saludable y otros aspectos de la vida de los niños. 

Centros “contentos"

Ana Balbina Rodríguez, directora en Inmaculada, se muestra "encantada" por disponer de este modelo en el centro que dirige: "Cada vez los padres se preocupan más por lo que se les ofrece en los comedores y contamos con un servicio de muy buena calidad", afirma. Isabel Domínguez, directora en el Curros Enríquez comparte su opinión y valora los menús: "Son comidas moi equilibradas e ofrecen as posibilidades personalizadas", que destaca que los padres están "contentos" con el servicio.


Educar en hábitos alimentarios y en relaciones sociales

Olga Paradela es la psicóloga que trabaja con los niños en estos comedores: "Se tratar de educarlos en los hábitos saludables, pero se aprovecha este tiempo para mejorar la convivencia", explica. Les apoya en el desarrollo de sus habilidades sociales y de "disfrutar" de este tiempo. "Estamos muy atentos a lo que pueda pasar en su entorno y en su comportamiento", cuenta.



Un equipo coordinado

6,00 horas - Seminario menor

Los productos de proveedores locales confeccionan los platos. (Foto: Martiño Pinal)

La preparación de las comidas para los comedores de la FAPA comienza a las seis de la mañana, con la llegada de los dos cocineros. Una hora más tarde es el turno de la cocinera de dietas, atenta a la peculiaridades de cada comensal. A las ocho de la mañana todo el equipo se junta para sacar las comidas que emplatan a las doce, antes de comenzar con los repartos. "Cada uno está en su sitio para llegar a la hora", afirma José Gallego.

13,30 horas - CEIP Inmaculada

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Cuatro furgonetas del Catering Antonio Gallego se desplazan cada día hasta los centros para entregar las comidas, con sus correspondientes repartidores. El transporte se realiza de modo que su temperatura se mantenga lo más caliente posible hasta la hora de servir los platos. Las monitoras del comedor son las encargadas de recibir la comida y de colocarla antes de la llegada de los niños, cuando ya vierten el menú en sus platos .

14,00 horas - CEIP Curros Enríquez

Ourense. 07/02/2020. Reportaje sobre los comedores escolares gestionados por Anpas. En la foto los alumnos del CEIP Curros Enríquez.
Foto: Xesús Fariñas

A la hora del comedor, cada uno de los niños entra, en él para ocupar su asiento. Primero llegan  a él los de Infantil, para dar paso a los más mayores. Las monitoras sirven en las vajillas los menús del día, ante unos hambrientos comensales.

Además de aprender sobre la educación alimentaria, disponen de un tiempo lúdico más dentro del centro escolar. Junto a ellos, una psicóloga les pregunta cosas sobre cómo les ha ido el día o si les gusta la comida que ha tocado. Las risas y la algarabía mandan en este tiempo destinado a comer y divertirse.

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