Asunción ni fumaba ni tenía colesterol ni sobrepeso, pero hace tres años sufrió un ictus que le cambió la vida para siempre. “Una vida salvada merece ser vivida con dignidad”, con estas palabras terminó ayer a mediodía la lectura del manifiesto público del Día Mundial del Daño Cerebral, leído por varios afectados para dar visibilidad a esta realidad, ya que cada año se diagnostican más de 400 casos nuevos en la provincia. Tras una mañana lluviosa a ratos que permitió pintar un mural y organizar varios juegos de deporte adaptado en el parque Barbaña, se leyó este manifiesto en la sede de la Asociación de Daño Cerebral de Ourense (DCA), situada en la calle Clara Campoamor, donde se celebró una jornada de puertas abiertas.
“Sin esta asociación estábamos perdidos, sería como si no existiéramos”, critica María Luisa Cid, una de las pacientes que leyeron un fragmento del manifiesto, en el que también reivindicaron los derechos de las familias de los afectados. Ella sufrió un accidente de tráfico que le ha afectado a la parte izquierda del cuerpo y le ha dejado secuelas psicológicas. “Vengo a esta asociación a rehabilitación y también al neuropsicólogo porque a veces me siento muy inútil. Hay días muy complicados en los que recuerdas tu vida anterior”, señala.
También Javier Cabanas está muy agradecido a esta asociación sin ánimo de lucro en la que trabajan diez profesionales sanitarios y que atiende a unos 60 usuarios, que acuden a rehabilitación individual o a talleres grupales, tanto terapéuticos como sociales. Javier sufrió un ictus cuando estaba solo en su casa, donde estuvo tirado diez horas hasta que lo encontraron. Luego permaneció ingresado en la UCI una semana. “Ahora vengo al logopeda, a la fisioterapeuta y a teatro en esta asociación, donde me ayudan mucho”, confiesa.
Centro de día terapéutico
“La buena noticia es que a mediados de noviembre vamos a inaugurar aquí el Centro de día terapéutico para daño cerebral”, explica Noelia Luque, trabajadora social y directora de este centro privado sin ánimo de lucro. “La incidencia en daño cerebral es cada vez mayor y hace un mes y medio que abrimos las puertas en esta sede de la calle Clara Campoamor”, afirma.
Este año el manifiesto se centró en la necesidad de una accesibilidad universal, también cognitiva. “Las reivindicaciones son que haya una estrategia del daño cerebral a nivel estatal y que hay un censo de personas con daño cerebral. En Galicia, la prevalencia es de unas 35.000 personas, y en España, de medio millón de afectados”, señala Luque.
Esta asociación, que se financia con subvenciones de la Xunta de Galicia y de entidades privadas, con las cuotas de los socios y el copago de las terapias, tiene también un programa para atender a personas con daño cerebral en situación de emergencia social.
