JUSTICIA

El atasco de los juzgados penales obliga ya a fijar los juicios para 2015

Hay denuncias que, unidas a la demora a lo largo de su instrucción, tardan hasta seis años en tener una sentencia definitiva. 

La justicia se acompasa a paso lento durante las instrucciones penales pero, cuando llega a los órganos jurisdiccionales encargados de dictar las sentencia, aún apresura menos la zancada. En Ourense, los pleitos que desembarcan en los dos juzgados de lo penal se amontonan a cientos porque tienen las agendas completamente colapsadas. En la actualidad, 1.000 casos están a la espera de un fallo.

Ambos juzgados acaban de consumir ya toda la agenda de 2014 cuando el año aún tan siquiera agotó su primer trimestre. Ello significa que todos los pleitos que entren a partir de ahora no llegarán a juicio hasta 2015.

En el Penal 1, por ejemplo, según aseguran sus funcionarios, las causas que se verán a partir de enero del año próximo hacen referencia a denuncias cuya instrucción comenzó en 2010, 2011 o 2012. "Habrá causas que tardarán casi cinco años en ser sentenciadas desde que la denuncia llega por primera vez al juzgado de instrucción", afirma el personal. Pero el ciclo vital del pleito aún se prolongará medio año más si finalmente la decisión del magistrado que falla el asunto es recurrida en apelación ante la Audiencia provincial. En total, casi seis años.

El descontrol en la jurisdicción penal, puesto en conocimiento del Consejo General del Poder Judicial por parte de las dos magistradas a principios de diciembre del pasado año, adquirió mayor dimensión en estos primeros meses. De hecho, tanto Caterina González como Susana Pazos no dudaron en tildar la situación de los señalamientos como "crítica". El Penal 1 ha pasado de señalar de un máximo de cinco meses vista a 10, esto es, el doble. Y, tal como aseguran en ese juzgado, es bastante probable que en muy poco tiempo se haga a un año vista o incluso más.

Pero más crítica es la diagnosis de la situación del Penal 2 pues aún tiene pendiente de fijar fecha para parte de los pleitos que le llegaron el pasado año a excepción de las causas con preso y las de violencia doméstica o de género.

Y todo ello, según enfatizan las magistradas, pese al esfuerzo que hace todo el personal de las oficinas judiciales. De hecho, ellas mismas están desarrollando alrededor de 24 juicios a la semana (con un promedio de siete causas cada uno de los tres días que desarrollan juicios). Y cuando no están en sala, dictan sentencias a un ritmo frenético: algo más de un millar entre los dos.

Sin olvidar la otra tarea importante que tienen encomendada esa jurisdicción: los decretos (resoluciones de los secretarios) o las ejecutorias que velan por los cumplimientos de las sentencias. 

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