Suceso

Atraca un estanco y cuando la víctima pulsa la alarma se excusa: “Era una broma"

photo_camera Un coche de la Policía Nacional (EFE).
El detenido salió huyendo del negocio, en dirección a la Plaza Mayor, al ver que el estanquero pulsaba la alarma

El marroquí Adil L., de 48 años, está imputado en una tentativa de robo con intimidación al acudir a última hora de la tarde del jueves al estanco del número 8 de la calle Lamas Carvajal. Allí,  con una bolsa de plástico en la mano,comenzó pidiendo un paquete de tabaco -le daba igual la marca-para acto seguido, cuando el vendedor colocó un Ducados sobre el mostrador, requerir "todo el dinero de la caja".  Hasta en dos ocasiones lo repitió ante la pregunta del estanquero: "¿Cómo?".

La persona al frente del negocio se negó , avisando al asaltante que iba a llamar a la Policía, presionando el botón de alarma de atraco. 

El cliente que no resultó ser tal se asustó y espontáneamente aseguró que se trataba de una broma para salir del negocio y darse a la fuga, en dirección a la Plaza Mayor. 

La Policía Nacional tardó poco tiempo en dar con su paradero a tenor de la descripción aportada por el denunciante -1,80 metros de estatura, calvo, tez morena, carmiseta negra y una rechamante bermuda naranja-. Trece minutos después, lo encontraron en la plaza de la Magdalena cuando el sospechoso, ya había encontrado otra ocupación: estaba pidiendo dinero a una persona mayor.

Dos agentes acudieron al estanco para visionar las imágenes de los hechos, pudiendo comprobar que  se trataba de la misma persona que había sido vista en la plaza momentos antes.

El detenido, al que le constan otras cuatro detenciones, pasó a disposición judicial en la mañana de ayer y quedó en libertad, imputado en una tentativa de robo con intimidación. 

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