La fuerte barrera policial establecida en el paso fronterizo de Feces de Abaixo (Verín) y Vila Verde da Raia (Portugal) impedía ayer -estuvieron retenidos seis horas- a medio centenar de portugueses su regreso al lugar que los vio nacer tras meses -algunos de ellos años- trabajando como emigrantes en Suiza. "No pueden pasar hasta que se fiscalice todo para impedir contagios de coronavirus", afirmaban fuentes del dispositivo policial.
Los emigrantes regresaban a casa en un autobús, que fue confinado en un aparcamiento al aire libre pegado a las instalaciones de la antigua aduana portuguesa. El vehículo, nada más ser aparcado, se vacío en apenas segundos, dado que los viajeros optaron por salir al exterior. La mañana se presentaba larga y unos aprovechaban para reponer fuerzas mientras otros comentaban los pormenores del viaje. "Desde Suiza no tuvimos ningún problema y ahora que ya estamos en Portugal no nos dejan entrar al país", lamentaba uno de los afectados, puntualizando que no podía quedarse en Suiza "porque ahora mismo no trabajo y no puede continuar pagando la casa".
Entre los viajeros había jóvenes y personas mayores. Estas últimas se desplazaron en su mayoría al país helvético para cuidar sus nietos. "Estaba allí con los brazos cruzados y decidí regresar", añadía otro afectado. Las fuerzas policiales les pedían paciencia ante la larga espera. Los agentes les obligaron a sacar todo el equipaje del coche, tras lo que fiscalizaron uno a uno para comprobar que no mostraban síntomas.
Esta tarea, que finalizó por la tarde, concluyó con la identificación de cada uno de los viajeros, a los que se les informó de la obligatoriedad de permanecer en cuarentena en sus viviendas. Los agentes les advirtieron que iban a estar siendo vigilados y de salir de sus domicilios serían castigados.
Mientras, en la antigua aduana española -hoy sede de la Eurocidade Verín-Chaves- la Policía Nacional apenas registraban conductores circulando en dirección a la provincia. Los agentes inspeccionan uno a uno cada vehículo, que en su mayor parte son camiones cargados de mercancía.
6.000 EUROS DE MULTA
El tráfico se redujo considerablemente en el paso fronterizo de Feces de Abaixo-Vila Verde de A Raia. La Policía Nacional impide los desplazamientos injustificados, además de centrar la vigilancia en posibles actividades delictivas.
Sin embargo, sus homólogos lusos tienen la mirada puesta en los emigrantes que regresan a Portugal causa de la situación de emergencia en el resto de países europeos. En este sentido, fiscalizan los camiones ante la sospecha de que pueden estar siendo aprovechados para trasportar personas. Ayer el Juzgado de Chaves multó a dos empresarios lusos con 6.000 euros a cada uno y a dos trabajadores suyos con 1.800 por incumplir la cuarentena tras regresar de Bélgica, donde residen.