Un audio recoge cómo el alcalde de Ourense muerde el sueldo de asesores

Rueda de prensa de Pérez Jácome

Fotos Martiño Pinal
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Un nuevo audio revela cómo el alcalde de la ciudad se queda gran parte de lo que cobran sus asesores: “Mil ocho, justo”

El manejo de dinero negro y el cobro de mordidas a asesores, que fue entre otros el motivo del abandono de los ediles díscolos de Democracia Ourensana en 2020 y abrió una investigación judicial ya en la primera mitad del mandato, continúa siendo el modus operandi habitual en el gobierno local que dirige Gonzalo Pérez Jácome. Así lo desvela un nuevo audio que La Región pone a disposición de sus lectores. En él, el actual regidor de la ciudad conversa con una mujer de su plantilla eventual -asesores o auxiliares políticos-, cargos de libre designación a los que ha ido sustituyendo a lo largo del mandato, en una reunión en la que hablan, en tono bajo, pero sin pelos en la lengua, sobre qué parte de la nómina que cobra del Concello de Ourense le debe dar al regidor.

“¿Cuánto era este mes?”, le pregunta Jácome a la trabajadora eventual, que le explica, bajando claramente el tono de voz, cómo “me ingresaron en la nómina 2.300, no sé si es la definitiva”. Ella, en un tono muy confidencial  explica que tal y como el alcalde había establecido previamente, “yo te estaba dando 1.500, que me habías dicho que me quedara yo con 800 y me dejaban 1.300”. Incluso muestra sus lamentos: “Me parece mucho, ¿no?”. 

 El propio alcalde se interesa también en la paga extra de la asesora. “Me habías dicho la mitad, me ingresaban 600 y pico”, explica ella. “Va, entonces así, ¿no?”, corrobora él. 

Ella: “El resto pa’ti”.

Jácome: “¡Nooo, pa mí no!”.

Ella: “Bueno, es un decir”

Al final, las cuentas parecen salir, como aclara ella, ante las continuas dudas del alcalde, que parece no tener claros los números, posiblemente, fruto de la larga lista de asesores que tiene y los diferentes sueldos que tienen en función de la categoría. “1.500 de lo del mes, que te estaba dando, y 300 de la extra”, sentencia la mujer: “Mil ocho, justo”.  Mientras, a tenor de los audios, se produce algún tipo de intercambio y un ajuste de categoría y sueldo, le dice: “El resto pa’ti”. Él replica: “¡Nooo, pa mí no!”. Ella se ríe: “Bueno, es un decir”.  

Este modus operandi, que parece seguir en pleno vigor en el seno del gobierno local, a tenor de lo que confirma el propio alcalde en las grabaciones, es el mismo modo de actuar por el que la Fiscalía presentó una querella contra Jácome en 2021, en una causa archivada de forma provisional, y que podría reabrirse en caso de nuevos indicios. Esta denuncia, que partió de un informe anónimo, recogía indicios de que Jácome había desviado casi 100.000 euros de su grupo municipal para otros fines, como, por ejemplo, financiar su televisión local. El alcalde fue llamado a declarar como investigado en diciembre de 2021, y lo hizo ante un juez diferente al que finalmente archivó el caso, ya que inicialmente fue el magistrado Luis Doval quien llevó el procedimiento, pero tuvo que abstenerse tras haber contratado el alcalde a su esposa, en pleno procedimiento, como asesora. Finalmente, en marzo de 2022, la Fiscalía cambió de criterio sobre su propia querella y pidió el archivo de las diligencias. 

Esta causa se sumó a la denuncia que había interpuesto el exasesor Bruno Blanco, y que estaba respaldada por los ediles díscolos que se marcharon de DO, que aportaron diferente documentación sobre la contratación de falsos asesores en el Concello y la Diputación por parte del grupo político del alcalde, para cobrar mordidas que excedían “más del 60%” de sus sueldos y que se desviaban íntegramente a su televisión local mediante cheques y transferencias por supuestos trabajos realizados para el partido por su propio canal de televisión. 

En una segunda grabación que hoy ofrece La Región, referente a otra conversación, Jácome pone de manifiesto cómo usa a los asesores y auxiliares y deja entrever por qué tipo de intereses los pudo contratar. “A la otra en cuanto renueve le bajamos el sueldo, porque esa chavala es que no vale para (…). Aunque sea juez es que me importa un bledo... la Lupe”, sentencia el alcalde ante su interlocutor, en referencia, presumiblemente, a la esposa del magistrado Doval.

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