Altercados y degradación del mobiliario preocupan al vecindario, que pide mayor control policial
El ambiente nocturno del Casco Vello se ha vuelto insoportable para la mayor parte de los vecinos de la zona. A las noches sin dormir se le añaden las peleas entre jóvenes hasta altas horas de la madrugada, así como el incremento de las pintadas en muros, puertas y ventanas, además de múltiples desperfectos en el mobiliario urbano.
Hace poco más de una semana un contenedor "volador" cayó en las Carmelitas desde una altura de 20 metros y este pasado fin de semana dos menores y una joven fueron detenidos en la rúa da Estrela después de una pelea. La opinión de los vecinos acerca de la situación bajo sus ventanas se podría resumir en una palabra: "Vergüenza". "El barrio está destrozado, aquí ya no se viene a vivir nadie y con razón", señala una mujer de avanzada edad que vive en la praza do Correxidor.
Según los afectados, la situación empeoró desde que el botellón comenzó a instaurarse en las calles del Casco Vello, después de abandonar la Alameda: "Cando a xente comezou a dispersarse polas rúas vellas volveron as peleas, a basura polas rúas... cando beben xa non saben o que fan, e logo tiran os contenedores polo chan". Además, los vecinos aseguran que los locales "after hours" -que abren hasta bien entrado el día- se convierten en foco de problemas. "A xente está aí ata as dez da mañá alborotando e non ten que pasar moita cousa para que acaben pelezándose", apunta un vecino de la rúa San Francisco.
Más pintadas
Pocas son las zonas del Casco Vello limpias de graffitis. Firmas y frases de colores inundan las fachadas de piedra de la mayor parte de los edificios. "Llevo vivendo aquí 25 años, ¿sabes lo bonito que era cuando nos vinimos aquí? Y mira ahora, yo es que ya me cansé de ir al Concello, se refugian en que las fachadas son espacios privados... ¿Para qué pago impuestos yo?", aseguran desde O Correxidor. Los vecinos reclaman sanciones para aquellos que pinten, así como aumentar la vigilancia en la zona. "No entiendo por qué no les importa lo sucia que está la zona, los peregrinos llegan y se quedan anonadados", añaden los afectados.
La vigilancia policial, "necesaria"
Para los inquilinos del Casco Vello, el incremento de la vigilancia por parte de la Policía Local y Policía Nacional es "muy necesaria". "Parece que no hay respeto ninguno por la gente que vive aquí, y solo si se ponen multas a los jóvenes, o a sus padres si son menores, la situación puede cambiar", señala una vecina. Las peleas en la rúa do Paxaro se volvieron continuas -los enfrentamientos entre grupos se sucedían cada fin de semana-, por lo que la junta de seguridad ciudadana decidió reunirse el pasado mes de marzo para buscar fórmulas que garantizasen la calidad de vida de los vecinos. "También hay muchas peleas que empiezan en la parte de arriba de la rúa da Lúa y llegan a la parte de abajo de la calle a trompicones", apunta una hostelera que también tiene un piso en la zona. "Para vivir aquí hay que ser hostelero, si tienes un horario distinto no aguantas, hay ruido durante toda la noche", asegura.
