La irrupción del coronavirus en marzo de 2020 obligó al área sanitaria a adaptarse, en cuestión de días, a una nueva realidad. El 18 de marzo, el CHUO estrenaba su propio auto covid, el segundo de Galicia y de los primeros de España, un punto de recogida de muestras que permitió agilizar la realización de PCR, ya que el paciente llega en su propio coche y, sin necesidad de bajar, se le realiza la prueba.
El equipo profesional festejaba ayer el aniversario desde la puesta en marcha del punto de recogida de muestras, con "moito traballo e esforzo". "Por un lado queremos pechalo, porque significaría que o fin da pandemia chegou, pero polo outro cremos que non é posible aínda", reconocía Ana Gómez, coordinadora del dispositivo junto con Miriam Vázquez.
Los encargados de la unidad transformaron el antiguo tanatorio del hospital Santa María Nai en un lugar "cheo de vida". "Montámolo da nada, e sen ter claro cal ía ser o seu funcionamento no futuro. Fixemos todo con premura e con moito esforzo", señala Gómez. En un principio, los profesionales realizaban en torno a 10 o 15 pruebas diarias, pero el ritmo se incrementó exponencialmente con el paso de los meses, hasta las 500 o 600 de los picos de la pandemia. "Foi crecendo ata converterse nun lugar imprescindible para a xestión da pandemia", resalta la coordinadora.
El perfil de los pacientes también cambió desde hace un año: de personas con sintomatología compatible con el coronavirus, a asintomáticos. "Agora tamén se recollen mostras a pacientes prequirúrxicos, a contactos estreitos dos positivos... Fomos adaptándonos ás necesidades", añade. Además, los profesionales no solo toman muestras en el propio punto de recogida, sino también en los domicilios de aquellos que no pueden desplazarse. "Fixéronse expertos no coñecemento da provincia", puntualiza Gómez. Tras la creación del auto covid en la ciudad, llegaron los del hospital de Valdeorras (el 23 de marzo) y Verín (el 31 de marzo).
El valor del personal
El equipo de profesionales, formado por enfermeros y auxiliares, dejó claro, desde el principio, su compromiso con la iniciativa. "Dérono todo para que funcionase ben, e non dubidaron en sumarse, pese ao risco que había, xa que estabas en contacto con posibles positivos. Son uns grandísimos profesionais", recalca Gómez. Los trabajadores se han convertido en expertos en PCR, ya que también son ellos los que se encargan de los cribados en el área sanitaria, tanto a la población general como en residencias de mayores. Gómez recalca que el equipo se ha convertido en una "gran familia", dispuesta a enfrentarse a cualquier reto. "Nos primeiros meses da pandemia fixemos moitísimas cousas e tocaba improvisar cada día", recuerda.
