Industria

La automoción local ya sufre la crisis de los chips

Una de las plantas de automoción de Ourense.
photo_camera Una de las plantas de automoción de Ourense.
Alguna planta, caso de Faurecia, ya paró la producción un día, afectada por la falta de semiconductores en Stellantis Vigo

El ritmo de fabricación mundial de vehículos se está viendo afectada por la falta de un componente básico para los sistemas electrónicos que incorporan los coches. Es lo que se conoce como la crisis del microchip y está provocando consecuencias en cascada que ya se notan en Ourense. 

Una decena de empresas con unos 2.000 trabajadores producen piezas para varios modelos de diferentes marcas, sobre todo los que se ensamblan en la planta de Stellantis Vigo (antigua PSA), que se ha visto abocada a paradas intermitentes como consecuencia de la carencia de ese material. Sin ir más lejos, el jueves día 11 detuvo su producción en el turno de noche, debido a los problemas de abastecimiento.

El parón de actividad afectó a los dos sistemas de montaje y también al taller de baterías, lo que supone algo más de 1.500 trabajadores. Era el segundo día en que se paralizaba la actividad el turno de noche por problemas de suministro.

Hasta entonces las fábricas ourensanas que surten diferentes componentes habían sorteado el problema, pero ya les afecta de lleno. Si la planta viguesa para, sus proveedores también. Ese efecto arrastre ha tenido efectos en el sector y Faurecia, una de las empresas más importantes en Ourense tuvo que paralizar también la producción el viernes. Para hacer frente a la caída de actividad la empresa habilita la llamada bolsa de horas, a compensar cuando se recuperen los niveles de producción.

Fuentes del sector no descartan que si esta crisis de suministros se prolongase, alguna fábrica podría optar por presentar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

"Obligatoriamente hemos tenido que adaptar nuestros ritmos de producción, no queda otra". Así resumía ayer la situación un directivo de un grupo de fábricas del sector de la automoción en Ourense. 

La falta de los semiconductores afecta también a las plantas de Stellantis en otros lugares de España, como al resto de marcas, Seat y Renault entre ellas, pero también en otros países. En todos los casos en el panel de proveedores también hay fábricas ourensanas, si bien no en el volumen de fabricación para la planta viguesa, la principal clienta de la industria local. Los gigantes de la automoción aún no vislumbran en fin de la crisis de estos suministros.  

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