Infraestructuras

La autovía a Lugo priorizará ahora los tramos ourensanos

El Gobierno pone en servicio los primeros 8,8 kilómetros tras más de una década con las obras

La autovía Ourense-Lugo (A-56) cuenta desde ayer con su primer tramo abierto al tráfico, apenas 8,8 kilómetros entre las localidades lucenses de San Martiño y A Barrela que son el perfecto ejemplo de la falta de compromiso con una infraestructura que se concibió en 2003, se inició en 2008 y tuvo las obras paradas durante seis años.

"Efectivamente, si uno se va a los planteamientos de esta autovía queda claro que no se han cumplido las expectativas", reconoció ayer el secretario general de Infraestructuras, Sergio Vázquez Torrón, que ayer supervisó la puesta en servicio del tramo junto al delegado del Gobierno, Javier Losada; el subdelegado ourensano, Emilio González Afonso; el diputado Celso Delgado o alcaldes de los concellos afectados por la autovía.

Tras una inversión de 53,5 millones de euros entre obras, proyectos y expropiaciones la A-56 cuenta así ya con un tramo que en lo que respecta a Ourense beneficiará por el momento a las comarcas de O Ribeiro y Carballiño y la conexión con la A-53, pero que precisa todavía de un empuje decidido al resto de tramos para un mayor beneficio.

En este contexto, cobra especial relevancia la prometida circunvalación norte de la ciudad de Ourense, que coincide con el recorrido inicial de la autovía a Lugo y que, según Sergio Vázquez, son las que más interesan ahora al Gobierno central.

"Priorizaremos las situaciones más cercanas a la ciudad de Ourense, los que tienen más tráfico", explicó el secretario general de Infraestructuras, que cuestionado por el tramo entre Eirasvedras y Quintela, ya con el anuncio de expropiaciones realizado, fue poco concreto. "Veremos el estado de los proyectos y la capacidad presupuestaria para que no pase lo de este tramo. No es bueno crear expectativas y luego frustraciones, inseguridades. Lo que empezaremos lo acabaremos, nuestra filosofía no es dejar obras empantanadas", explicó Sergio Vázquez, enfriando así la posibilidad de una rápida licitación de la circunvalación norte de Ourense.

Con todo, el alto cargo ministerial garantizó la apuesta del Ejecutivo por la Galicia interior "porque no puede haber dos Galicias".

Críticas

Pese a alegrarse por la puesta en servicio del tramo de la A-56, el diputado del PP Celso Delgado se mostró disgustado con la valoración del secretario general de Infraestructuras sobre el resto de tramos de la autovía. "Han hablado de dificultades económicas, pero el primer tramo está maduro y tendría que haberse licitado", dijo Delgado.

El popular lamentó también que no fuesen invitados representantes de la Xunta. Sobre esto, el delegado del Gobierno, Javier Losada, recordó que "es una actuación del Gobierno de España y una labor de gestión ordinaria", indicando que "a mí no me invitaron a la inauguración del enlace a San Cibrao". 

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