Industria

Las auxiliares de automoción en Ourense mantienen la incertidumbre

Imagen de una feria de vehículos celebrada en Expourense.
photo_camera Imagen de una feria de vehículos celebrada en Expourense.
Las restricciones en Stellantis prolongan las incógnitas de producción y mantenimiento del empleo

El sector de las auxiliares de automoción en Ourense arranca el año con similar incertidumbre a como concluyó el 2022. Los temores vuelven a la mayoría de la decena de empresas que produce piezas para diferentes marcas y que emplean a más de 2.000 personas en la provincia. 

Los nubarrones regresan por la decisión que pueda tomar la fábrica viguesa de Stellantis, para la que trabaja la mayoría de las industrias locales. La dirección de la factoría ha iniciado con los sindicatos un periodo de consultas para aplicar un nuevo ERTE de suspensión temporal de contratos para todo el año y un ERE para despidos de hasta un centenar de empleados.

Medios sindicales aluden a que “non sería extrano” que los recortes laborales afectasen a las auxiliares ourensanas. Indalecio Gómez, secretario comarcal de CIG Industria, señala que “si Stellantis fai un ERTE todas as empresas do clúster da automoción seguen os seus pasos”. Alude a que “hai empresas que están con prórrogas de ERTE e outras están pendientes de negocialo unha vez que remate o de Stellantis”.

Roberto Garrido, de Comisiones Obreras Auto, confirma que “estamos trabajando con normalidad”, sin descartar que puedan afectar las medidas de Stellantis. Garrido, que trabaja en Faurecia (una de las más importantes del sector en Ourense), dice que la compañía mantiene la misma plantilla de 360 empleados fijos y que hasta ahora no se han anunciado nuevos recortes. Eso sí, la eventualidad en el empleo con la contratación a través de empresas de trabajo temporal está casi suspendida.

La escasez de componentes como los microchips está detrás de esta incertidumbre. Desde el punto de vista empresarial, Alicia Gómez, representante de Inplasor, matiza que “de momento hemos empezado el año trabajando y expectantes ante las noticias que puedan llegar de los clientes”, reconociendo que “hay mucha incertidumbre en el sector”. Similar opinión transmite Óscar Filgueira, responsable de la planta de Galicia Autoestampación Rubí. “Hay una incertidumbre enorme al respecto, ya que continúa el problema del suministro de componentes y transporte, también en el comportamiento del mercado por la confusión de si el consumidor compra vehículo eléctrico o térmico”, explica. Añade factores como la inflación, la guerra en Ucrania o el efecto COVID en países asiáticos, que son “los principales suministradores de los componentes electrónicos”.

La empresa, como el resto del sector, se ha visto afectada por el desabastecimiento de componentes y las paradas de Stellantis Vigo. Filgueria reconoce que han tenido “que utilizar las medidas de flexibilidad que teníamos a nuestra disposición, que principalmente ha sido un ERTE”. 

Costes de energía o escasez de materiales han sido lastres para las auxiliares de automoción. La superación de estas dificultades y la recuperación de la producción de Stellantis serán clave para la suerte de 10 empresas y 2.000 trabajadores ourensanos.

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