Avanza la investigación en el caso del exedil que murió en el CHUO

La investigación judicial por el fallecimiento en septiembre de 2010 del constructor y exedil de Castrelo de Miño, Manuel Castro, tras someterse en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) a una colonoscopia rutinaria, avanzó ayer con los interrogatorios al médico y enfermera -en calidad de imputados- que atendieron a Castro.
Ambos profesionales, que ya declararon en el juzgado encargado del caso, el de Instrucción número 2 de Ourense, aunque como testigos, volvieron a desvincularse de los hechos por los que fueron llamados a declarar.

Así, el facultativo que supervisó la prueba, P.P., negó, según fuentes cercanas al caso, que hubiese habido 'mala praxis médica' y aseguró ante el juez que los responsables de la sala de Observación -en donde el concejal comenzó a sentirse mal- son los encargados de 'valorar el estado de salud' tras las colonoscopias.


SIN RESPONSABILIDAD

Además, este médico, a preguntas del letrado de la viuda de la víctima, reiteró que los facultativos sólo dan instrucciones sobre la cantidad de anestésico a administrar. Asimismo, Y se desvinculó del hecho de que el envase (vial) que contenía el fármaco sedante que se le administró a Manuel Castro 'estuviese contaminado'.

Por su parte, la enfermera, C.N., indicó al magistrado que desconocía las características de conservación del anestésico que se le administró al exconcejal (Propofol) y negó que ella personalmente pidiese el fármaco que se le inoculó a la víctima.

Por último, la viuda de Manuel Castro, Gloria Carnero, reiteró que lleva '25 meses sin explicación alguna por lo sucedido'.

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