INFRAESTRUCTURAS

El AVE, ante la amenaza de un sexto plazo de finalización

Los distintos ministros de Fomento han ido variando las fechas de la infraestructura desde 2002

 

Como si de la obra del Escorial se tratase, el AVE entre Madrid y Ourense ha sufrido un retraso considerable en su ejecución con un cronograma que ha mudado cuatro veces desde la primera fecha fijada por el que fue ministro de Fomento de José María Aznar, Francisco Álvarez Cascos, que aseguraba en 2002 que la conexión ferroviaria de altas prestaciones con Madrid estaría liquidada en 2009, la primera fecha de finalización señalada de las cinco que se han dado hasta la fecha, cuando sobre la mesa vuelve a estar un posible cambio si la auditoría que tiene previsto realizar el nuevo responsable de Fomento, José Luis Ábalos, detecta "engaños" en los anuncios de su predecesor, Íñigo de la Serna.

Las previsiones realizadas por el PP a principios de siglo fueron desestimadas rápidamente con el cambio de Gobierno y la llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero, que puso al frente de Fomento en un primer momento a Magdalena Álvarez, que ofreció la fecha de 2012 para tener lista la infraestructura, que se topó de bruces con la recesión económica y su relevo en la cartera, tomando el mando el lucense José Blanco, que volvió a redefinir la estrategia, de la mano del ya presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que plasmaron el conocido como Pacto do Obradoiro, que fijaba que el AVE gallego se concluiría en 2015.

Además, en este período se llegó al acuerdo con el Concello de Ourense para incluir en el trazado la variante exterior entre Taboadela y la estación del Empalme y evitar así que la cicatriz generada en su momento por la línea férrea desapareciese. Sin embargo, este tramo todavía no ha pasado del papel, concluyendo su tramitación administrativa hace pocas semanas y situando Fomento el horizonte de 2024 como año de conclusión.

Ya con el PP de nuevo en La Moncloa y la pontevedresa Ana Pastor en el Ministerio de Fomento, a la vista de que resultaba materialmente imposible llegar a 2015 con los deberes hechos, en el verano de 2012 el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, retrasaba hasta 2018 la finalización de los trabajos, un plazo que se mantuvo públicamente hasta que Íñigo de la Serna lo dio por imposible a finales de 2016 y dio una nueva vuelta meses después, amparándose en el año en funciones que estuvo el Gobierno central y el riesgo de rescisión de los contratos de 17 tramos, lo que le llevó a aplazar hasta finales de 2019 la previsión de la conclusión de la infraestructura, no su entrada en funcionamiento, ya que debe someterse a un período de pruebas sin plazo determinado.

El cambio de Gobierno tras la moción de censura ha avivado de nuevo la polémica sobre esta conexión ferroviaria. Los últimos contratos licitados por Adif tampoco dejan claro qué sucederá. Una sexta fecha sobrevuela el AVE. 

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