PROMOCIÓN

Las aventuras del Quijote, los domingos con La Región

Cuatro tomos ilustrados sobre el libro más universal de la literatura española, obra de Cervantes

La Región, a partir del 31 de mayo, ofrece una colección de 4 libros de la celebérrima obra “Don Quijote de la Mancha” y con el propósito de que los más jóvenes puedan disfrutar de esta joya literaria. Es indudable que se trata de una formidable oportunidad para poner en valor este título universal creado por uno de nuestros más insignes autores, como es Miguel de Cervantes.

A efectos de contextualización de la obra, es conveniente subrayar que “El Quijote” (o “El ingenioso hidalgo D. Quijote de la Mancha”), representa un hito en el género de las novelas de caballerías, cuyo prototipo ha sido “Amadís de Gaula”, de Garci Rodríguez de Montalvo (1508) y curiosamente citado en más de una ocasión en el texto cervantino, pues Miguel de Cervantes opinaba que era “el mejor de todos los libros de este género”. De hecho, se consideró que Amadís fue el modelo de héroe que caló hondo en la sociedad cortesana del siglo XV con su ideal caballeresco y consecuentemente indujo a la proliferación de obras de caballería y el consiguiente desarrollo del género en el siglo XVI, muy relacionado con el de “espejos de príncipes”.

Amadís de Gaula se proyecta sobre un trasfondo cortesano -de la cultura cortesana deriva la idea de que lo noble, lo grande o lo importante, nada tiene que ver con la realidad vulgar-. De hecho, el comportamiento y las formas exhibidas por aquel personaje, su mesura y refinada crianza, corresponden a su linaje. La misma obra en sí se presenta como un paradigma de comportamiento caballeresco y se propugna como un modelo a imitar. Una muestra son las propuestas de lenguaje, de pulido estilo y buen tono, propios de la Corte y en concreto, lo relacionado con discursos, cartas y conversaciones.

NOVELAS DE CABALLERÍAS

Estos modelos también aparecen constantemente en Don Quijote, si bien Cervantes enriquece su obra con pluralidad de voces y matices, además de narradores y personajes y hasta géneros literarios. Todo ello, en plena efervescencia del llamado “Siglo de Oro” –situado entre 1519 y 1648-  y cuando nuestros autores y artistas brillaban con luz propia más allá de su tierra natal. A través de estos relatos nos adentramos en la ficción caballeresca, con una imagen depurada y embellecida de la sociedad aristocrática y envueltos en sus aventuras (o también “andanzas”) y galanteos.

Ya en el siglo XI, este tipo de novelas de caballerías eran muy leídas en el resto de Europa y fue a finales del siglo XV cuando empezaron a asentarse en España. Un siglo más tarde abundaban en librerías. Obras como “Tirant” o “El caballero Cifar”- siglos XV y XVI-, permanecieron como títulos emblemáticos del género.

Por otro lado, la literatura de caballerías tenía a la mujer de la época como la más fiel consumidora, dado que hallaban un grato retrato del caballero que sucumbía a los encantos de una dama, que la idealizaba y servía.

Inicialmente, Miguel de Cervantes escribió “El Quijote” con el propósito de desprestigiar los libros de caballería. Su personaje es el antiguo caballero andante que ha sustituido los ideales anacrónicos de la caballería medieval por las virtudes estoicas del caballero cristiano con el objeto de dar a su viaje un sentido trascendente, de afirmación católica, sin abandonar el relato variado de peripecias, peligros y aventuras característico del género, en palabras de Antonio Rey Hazas y Florencio Sevilla Arroyo, en su obra “Cervantes, vida y literatura”.

La idea fundamental del Quijote se puso en boca del propio Cervantes: “Poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías”.

La novela fue recibida por el público de la época como un libro de humor burlesco, viendo la comicidad y la gracia de cada aventura, por lo que enseguida alcanzó una gran popularidad, hasta el punto de que sus episodios jocosos eran reproducidos en fiestas públicas, cortesanas o universitarias.

En la segunda parte de su obra, el propio Miguel de Cervantes pone de manifiesto esa popularidad de las andanzas quijotescas. Para ello, utiliza al personaje Sansón Carrasco: “… los niños la manosean; los mozos la leen; los hombres la entienden y los viejos la celebran”.

De hecho, Maese Pedro, otro de los personajes cervantinos, se dirige a un mozo en estos términos: “Llaneza, muchacho, no te encumbres, que toda afectación es mala”.

BUENOS MODALES

De la misma pueden extrapolarse contenidos referidos a todo aquello que se entiende por buenos modales o, en decir antiguo, “tener buena crianza”, palabra ésta que figura reiteradamente en el texto cervantino.

De esta interpretación que se hace de la lectura de la obra, el autor ha  conformado una publicación en la que, extrapolando los principios caballerescos que sustentan al personaje principal de la novela y pasajes del relato, pone de manifiesto toda una retahíla de costumbres de la época que señalan códigos de buena conducta y decoro social con los hábitos de aquella sociedad donde mantener la compostura era importante, empezando por las clases altas donde la cortesía era su lenguaje diario.

Obviamente, sin llegar a ser un tratado o manual de buenas maneras o siquiera costumbres, en El Quijote hallamos constantes alusiones a las prácticas sociales que estaban vigentes, lo que se entiende por “usos sociales” que configuraban la escena de la sociedad cervantina. 



La promoción

4 libros -  La colección consta de cuatro tomos con las aventura del Quijote ilustradas.

Domingo 31 - El primer tomo saldrá a la venta el próximo domingo, día 31. El resto de libros se distribuirán los siguientes domingos (7, 14 y 21 de junio).

Precio - Cada tomo tendrá un precio de 1,95 euros más el cupón del lomo del periódico.

Suscriptores - Los suscriptores tendrán una oferta especial de 6,95 euros, para lo que podrán solicitarla en el teléfono 988 604 076.

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