ASTRONOMÍA

Avistan dos bólidos luminosos que sobrevolaron la provincia

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photo_camera Imagen del bólido que retrató la cámara de Óscar Blanco (C. A. DE TREVINCA).
Numerosos testigos presenciaron el resplandor, en la madrugada y la noche de ayer

No era un cometa, no era un meteorito, era un bólido. Una explosión de luz sobrevoló Galicia y parte de Asturias y Castilla y León la madrugada del domingo provocando la conmoción de todos los que, por casualidad, miraron al cielo esa noche.

Su tamaño y el sonido que se pudo escuchar en algunas zonas fue fruto de confusión para varios testigos que ayer se preguntaban en redes si lo que acaban de presenciar era un meteorito. Negativo. Fue un bólido. Enrique Alonso, presidente de la Fundación Ceo, indica que "la piedra no impactó contra el suelo y un meteorito si lo habría hecho". Además, "este bólido se consumió en el aire". Por eso, su localización fue misión imposible "no emiten luz y son difíciles de ver".

En este caso, el mayor efecto que provocó fue la luz que emitió, "y era muy pequeño, si viene un meteorito más grande, que pueden medir hasta kilómetros, podemos tener un problema", explica Alonso. De hecho se espera uno para 2036: "Es muy grande, podría pasar entre la Tierra y la Luna, pero no se espera que pueda chocar. Además, en estos casos existen técnicas para desviar ligeramente su trayectoria", explica el astrónomo. También indica que "la mayoría caen en el mar, dado que cubre tres cuartas partes del planeta". El avistamiento de ayer y su repercusión en redes, provocó que muchos prestasen más atención al cielo. 

Mientras, en la noche de ayer, otro bólido, de menor tamaño que su predecesor, sobrevoló Ourense a las 21,00 horas. Además, desde A Coruña, testigos dijeron haber visto otros dos por la tarde pero, según el astrofotógrafo Óscar Blanco: "Todo apunta a que eran estrellas fugaces".

Visto en A Veiga

Blanco logró fotografiar desde el observatorio astronómico de A Veiga el primer bólido, que pudo verse en los cielos de Galicia, Asturias y Norte de Portugal. “O vin desde o observatorio, pegou tres ou catro fogonazos e foi fotografiado por unha cámara fixa”, comentó. Aludió a su frecuencia, explicando que “é un fenómeno relativamente habitual”, aunque no siempre se ve desde Galicia.

Indicó que los bólidos son rocas pequeñas que se desplazan a velocidades que oscilan entre los 50 y 60 kilómetros por segundo, desintegrándose al chocar con el aire. Esta colisión puede estar detrás del ruido que algunas personas aseguran haber escuchado”.

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