Reportaje

“¿Ayuda? Más bien engaño"

Sede de la SEPE en la Avenida de Marín.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Una mujer pasa por delante de la sede del Servicio Público de Empleo Estatal en Ourense. (Foto: Xesús Fariñas)
Benita Martínez ejemplifica los problemas que tienen las trabajadoras del hogar para acceder a una prestación comprometida por el Gobierno pero que un mes después se pierde entre la burocracia y los retrasos. 

Muchas están acostumbradas a esa especie de limbo con el que han aprendido a vivir. E, incluso, cuando parecía que el Gobierno les hacía un guiño, la cosa también sale "rana", de momento. Las trabajadoras del hogar cotizan sin opción a cobrar el paro. Y ahora, con la crisis sanitaria parando su actividad, tampoco tienen fácil acogerse a una prestación anunciada a bombo y platillo y que, un mes después, sigue sin activarse –el cronograma sitúa esta ayuda ahora para la semana que viene y carácter retroactivo–.

En el retraso se cuela la, explican, interminable burocracia. "Debido al estado de alarma, en dos casas donde estoy asegurada me comentaron que si me parecía bien me daban de baja durante el tiempo en que durase la situación. El Gobierno dijo que a nosotras, las asistentas de hogar, a pesar de no tener derecho a paro, nos iban a conceder una ayuda si nos quedábamos sin trabajo. Me doy de baja, me tramitan la solicitud y, a los dos días, ya me enviaron una circular en la que me decían que me denegaban la ayuda. Simplificando lo que me dijeron: me la deniegan hasta que se termine el estado de alarma y, en ese momento, puedo volver a solicitarla. Me llamó mucho la atención. Nos engañan como a chinos", lamenta Benita Martínez, que pone voz a un caso que afecta a muchas compañeras.

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Ella tiene a sus hijos independizados. Pero, ¿y las trabajadoras que no? "Tendrían que decirle a sus hijos pequeños que volverían a comer cuando acabase el estado de alarma", ironiza.

"Es una forma de engañarte"

Un proceso del que saca una conclusión clara. "En un sinsentido. En mi caso, tampoco me especificaron el motivo por el que me deniegan la ayuda en este momento. Me dicen que la solicite después del estado de alarma, pero no el motivo del 'no'. Te tienen en un limbo mareando la perdiz a ver si consiguen que la gente se canse de la burocracia y ya no presente nada. Es una forma de engañarte, lo tengo muy claro", afirma .

Y ella, cansada de papeleos y dolores de cabeza, optaba por abandonar una vez que ya ha vuelto a trabajar. Sus empleadores no quieren. Irán hasta el final. Creen que es lo justo.

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