Carta

Carta a Sánchez: Ayude a quienes nos ayudan

Ourense 15/11/19
Los voluntarios Miguel y José Manuel trabajndo en el banco de alimentos

Fotos Martiño Pinal
photo_camera Ourense 15/11/19 Los voluntarios Miguel y José Manuel trabajndo en el banco de alimentos Fotos Martiño Pinal

Ojalá que lleguen a usted estas misivas que algunos ciudadanos le remitimos a través de La Región, no especialmente por la mía, sino por la de todos los que de una u otra forma podemos hacerle llegar nuestras inquietudes y reflexiones, desde la sociedad civil y más concretamente desde el ámbito de lo social y el voluntariado.


El Banco de Alimentos de Ourense, entidad de la que soy un voluntario más (y desde luego no el mejor de ellos), forma parte de la Fesbal (Federación Española de Bancos de Alimentos) y como seguro bien conoce nos dedicamos a distribuir alimentos a las entidades y servicios sociales, que atienden a las personas más desfavorecidas de nuestra sociedad. En Ourense gracias a nuestro trabajo desinteresado, por darle unos datos, el año pasado repartimos a 62 entidades además de emergencias sociales de ayuntamientos, gracias a lo cual se atendieron a más de 6.000 personas y salieron de nuestros almacenes más de 1.000.000 de kilos. A nivel nacional fueron más de 144,5 millones de kilos y más de un millón de personas las atendidas, con un valor estimado de 272 millones de euros.


Cuando empezaba este año 2020 creíamos que nuestra actividad se iba a ralentizar porque lo peor de la crisis económica ya había pasado, pero no ha sido así, esta especie de plaga bíblica que nos ha caído ha disparado la demanda de alimentos por parte de las entidades y de los servicios sociales. Y ante esta situación le quiero decir que la ciudadanía ha respondido, los autónomos y pequeños empresarios han respondido, los productores, fabricantes, distribuidores y grandes cadenas han respondido y para nuestra tranquilidad las administraciones públicas también han respondido. Los concellos buscando sobre la marcha soluciones para los problemas económicos más acuciantes de estas nuevas personas, que se han visto tremendamente afectados por la pandemia y sus consecuencias. La Diputación de Ourense, que se ha adelantado a las dificultades que están por llegar (si no lo han hecho ya) con aportaciones económicas extraordinarias a las entidades sociales y poniendo a nuestra disposición medios de transportes y voluntarios de la institución. La Xunta de Galicia, que ha organizado y distribuido material de protección para nuestros voluntarios y está poniendo en marcha un programa de suministro de productos gallegos frescos como carnes, huevos, miel, patatas, leche, etc… Y la Subdelegación del Gobierno en Ourense, que siempre facilita y se implica en el reparto de las fases de los alimentos del Plan FEAD (Fondo Europeo de Ayuda al Desarrollo).


Y como decía, ha respondido la ciudadanía ourensana en general con sus pequeñas y grandes aportaciones, y nuestro tejido empresarial del sector primario y del resto, que se ha volcado de manera extraordinaria intentando ayudar de diversas formas.


Esta crisis, sr. presidente, solo ha tenido una cosa buena y ha sido demostrar, algo que por cierto ya sabíamos, que en  Ourense somos gente comprometida y generosa.
Pero como ya sabrá, o debería saber, esta crisis económica está llegando a gente que no era beneficiaria o usuaria habitual de los servicios sociales, está alcanzado al autónomo, al pequeño empresario, a la persona que antes incluso era “donante” de alimentos. Por ello le pido modestamente que piense en ayudar a estas personas, a estas pymes y autónomos con reducción de impuestos o medidas que les permitan seguir generando riqueza y empleo, esto también nos da a nosotros esperanza y respaldo. Aprovecho también para solicitarle que aumente las partidas destinadas al plan FEAD 2014-2020; actualmente los estados aportan el 15% de la partida total, y estas cantidades se han visto muy reducidas desde el año 2013 cuando este programa dejó de depender de la PAC europea por presiones de los países del norte. Creo que sería una medida a tomar muy en consideración, así como cambios legislativos que faciliten no seguir desperdiciando alimentos, y que se puedan entregar a las entidades benéficas. Incluso a estudiar como una medida novedosa e imaginativa,  la posibilidad de aprovechar la elaboración de alimentos en grandes establecimientos  públicos como centros penitenciarios u hospitales donde puedan no desperdiciarse alimentos ya cocinados para el caso de estar ocurriendo. 


Por la propia naturaleza y fines sociales de los bancos de alimentos quiero aprovechar también esta carta para comentarle que desde su Gobierno debería apoyar a nuestras empresas, nosotros dependemos de ellos y de su generosidad en un porcentaje considerable. El otro día decía la compañera de Cáritas que las “personas deben de estar en el centro”, ese es el objetivo, pero como nosotros estamos en muchas ocasiones entre ellos y las empresas que nos aportan los alimentos, de hecho estamos acudiendo de nuevo en esta crisis, queremos tenerlos en nuestro pensamiento y en el deseo de que reciban apoyo.


Desde la entrada en vigor del estado de alarma. desde nuestro banco hemos repartido 243.000 kilos de alimentos, incluyendo plátanos, fruta fresca, carne, patatas, leche fresca, etc…, y seguimos obteniendo una respuesta extraordinaria del empresariado ourensano y gallego, y para que esto siga sucediendo deberían implementarse medidas de fomento empresarial, abrir una profunda reflexión para que puedan seguir produciendo en una provincia de la llamada “España vaciada” con medidas de todo tipo que puedan flexibilizar o facilitar que compitan en igual de condiciones que otros países. Estamos seguros que si ellos pueden seguir su vida empresarial aquí, seguirán apoyándonos incondicionalmente.


Concluyo señor presidente deseándole que acierte y oiga a todos para que ciudadanos y empresas puedan recobrar la normalidad y tranquilidad económica, y que las entidades sociales como la nuestra, reciban un apoyo desde las administraciones que nos permita seguir ayudando a las personas que peor lo están pasado o lo puedan pasar en los próximos meses o años. Me despido agradeciendo las muestras de cariño de nuestros paisanos al trabajo de todos los voluntarios de las ONG, que pueden resumirse en las palabras que pronunció el actual rey Felipe IV, siendo Príncipe de Asturias, en la entrega a FESBAL del Premio Príncipe de Asturias a la Concordia en 2012: “… pueden contar con los voluntarios de los bancos de alimentos que son además, en una gran mayoría, personas ya jubiladas; personas que entregan su tiempo y su esfuerzo para aliviar la necesidad ajena, para proporcionar consuelo a los que están sufriendo de manera especialmente dura la crisis económica. Lo hacen además velando porque se cumplan escrupulosamente las bases de gratuidad, justicia en la distribución, transparencia y promoción de la solidaridad y de la cohesión social, sobre las que se cimenta su actividad. El sueño de sus responsables es que los bancos de alimentos dejen algún día de ser una necesidad social. Y al repetirlo aquí nos gustaría que la grandeza de ese sueño y la lección de su obra sean asumidas por todos”.

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