El año 2019 se despedirá con un notable bajón de las temperaturas mínimas, que dejaran fuertes heladas en los municipios de montaña.
El frío ya se hizo notar en la noche de este viernes en la práctica totalidad de la provincia. La estación que tienen Meteogalicia en Calvos de Randín registró 6,1 grados bajo cero a las seis de la madrugada de ayer. Fue el registro más bajo del territorio gallego, pero no fue el único municipio con valores negativos. El termómetro cayó hasta los -2 grados en Vilela (Verín), -1,7 en Laza y -2,9 en Vilariño de Conso. La ciudad registró 2,7 grados positivo.
En todos los casos, las temperaturas se recuperaron a medida que avanzó la jornada, llegando hasta los 18 grados en Entrimo. El resto de la provincia se quedó entre los 12,5 de la ciudad y los 16 registrados en el Alto do Rodicio (Maceda).
Esta situación se mantendrá hasta el próximo día 1 de enero, cuando está previsto, según Meteogalicia, la entrada de una borrasca que podría dejar lluvia en distintos puntos de la provincia y con ella un ligero aumento de las temperaturas.
El bajón del termómetro se produce tras dos meses de intensas lluvias, que según el observatorio gallego, provocaron que se alcanzaran temperaturas, tanto por la noche como por el día, "más altas de lo que es habitual para la época del año en que nos encontramos".
