El Banco de Terras registra más de 3.000 parcelas en Ourense

Crece en Ourense el interés por las fincas del Banco de Terras de Galicia (Bantegal), una iniciativa gallega que busca paliar el abandono de las parcelas agrarias. Esta herramienta hace de “mediadora” entre los propietarios que alquilan los terrenos y aquellos emprendedores que deseen destinarlas a usos agrícolas, ganaderos, forestales, de conservación de la naturaleza o patrimonio, entre otros. Si en 2018 la provincia lideraba la utilización de este proyecto, con 2.500 parcelas, ahora superan las 3.100. En tres años se incrementó en un 20% el número de fincas disponibles en Bantegal. Si en 2018 había 944 hectáreas, ahora se superan las 1.400, casi un 50% de las que había ofertadas. Baltar, más de 250 parcelas A Limia sigue siendo la comarca con más concentración de fincas: 1.127, una de cada tres existentes en la provincia. Le sigue de cerca Verín, con 1.096 hectáreas. Baltar, con más de 250 parcelas disponibles, es uno de los concellos que lidera el uso de esta herramienta. El alcalde, José Antonio Feijóo, señala que el uso mayoritario es para “cereal y forraje”, aunque el alquiler es “moderado” respecto a otras zonas. La siguiente comarca que destaca en número de parcelas es Terras de Celanova, con 240. Muy cerca le sigue Allariz, con 239. O Ribeiro pone a disposición 101 fincas, mientras que A Baixa Limia y Viana aportan 80; O Carballiño 61 y, en los últimos puestos de la lista, la comarca ourensana (42 fincas) y Valdeorras (40). Prueba del éxito de Bantegal es el uso que hace una de las beneficiarias: la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN). Hace tres años tenían 40 fincas en la zona de A Limia. “Ahora tenemos 86. Nuestro uso es de conservación ambiental”, dice el presidente, Serafín González. “Bantegal supuso una oportunidad para alquilar parcelas que no tienen interés agrícola, pero sí ambiental. Estamos sufragando los costes gracias a padrinos que nos ayudan”, apunta González. El escaso tamaño de los terrenos de la provincia sigue siendo uno de los principales problemas para alquilar, ya que de media cuentan con 0,36 hectáreas. Por último, la nueva ley de recuperación de tierras de la Xunta le da potestad al organismo autonómico para que las parcelas “sin dueño” -en las que se desconoce la propiedad- que no se limpien, pasen a formar parte del Banco de Terras. Los titulares de fincas tienen cinco años para acreditar que son suyas.