Entre barroco y aguas cristalinas en O Bolo

En el oriente ourensano se encuentra el concello de O Bolo, un enclave cargado de historia y con un paisaje mágico. Un territorio por descubrir en pleno corazón de la comarca de Valdeorras. Son muchos los entornos privilegiados que podemos encontrarnos al visitar O Bolo, como su espectacular santuario, o los parajes naturales que el visitante puede divisar desde el mirador de Santa Cruz o el de Salesa. Pero además de ese numeroso patrimonio cultural y natural, estas tierras también destacan por su apartado gastronómico, en donde los embutidos, las carnes y las castañas son de primera calidad, acompañadas por unos vinos que enamoran al paladar. El Santuario de As Ermitas: relevante obra del barroco gallego, que llama la atención por su ubicación, construido sobre una roca. El visitante conocerá minuciosamente cada rincón de este monumento declarado Bien de Interés Cultural, de la mano de los guías del concello. Cuenta la leyenda que anteriormente había una humilde capilla dedicada a la Virgen de las Ermitas, pero que debido a sus milagros, el lugar se convirtió en destino de peregrinación, lo que dio lugar al actual santuario. En su fachada destacan seis columnas salomónicas, dos corintias y varias esculturas, así como el escudo mariano central encima del balcón o un reloj solar. Un llamativo cruceiro preside el centro del atrio. En el interior del templo, contemplamos tres naves, la central y dos laterales. No pasa desapercibido el artesanado de madera decorado con pinturas de su techo, al igual que un pequeño barco, fruto de un exvoto. Llama la atención su altar mayor con el frontal de plata. Adentrándose con su guía colaborador, José Vega, se puede ver la sacristía con un precioso retablo barroco y acceder al camarín de la Virgen. Subir al coro permite ver su gran órgano y disfrutar de unas vistas espectaculares del interior de la iglesia. Los alrededores del majestuoso templo deben ser disfrutados con detenimiento, así como su viacrucis barroco. Playa fluvial: La pequeña aldea de As Ermitas no solo es especial por su conocido santuario, sino por estar bañada a sus pies por el río Bibei, contando con una de las más naturales playas fluviales de la provincia y tal vez una de las grandes desconocidas. Las frías y transparentes aguas del río Bibei ofrecen un agradable baño al visitante en un entorno natural cargado de etnografía, con molinos de aceite y harina en sus inmediaciones. Castillo de O Bolo: En la parte más alta de O Bolo, estratégicamente situado, se encuentra el Castillo de O Bolo. En la actualidad lo que queda en pie es una reconstrucción de los siglos XV-XVI, tras su destrucción casi total en las revueltas de los Irmandiños y posterior abandono. La emblemática construcción ha sido recientemente restaurada, y los visitantes pueden subir a su torre del homenaje, desde donde, a 18 metros de altura y con unas vistas espectaculares, se divisan las tierras que rodean la localidad. El interior del castillo está convertido en un centro de interpretación interactivo de la Edad Media en el que se puede comprender la evolución de esta fortaleza a través del tiempo y su influencia en esta zona del oriente ourensano, al tiempo que puede uno disfrazarse como un auténtico caballero medieval.