La basura infesta Montealegre tras las celebraciones de magosto

Bolsas, botellas y latas atestiguan el incivismo de parte de quienes subieron a festejar el magosto

Montealegre volvió a amanecer sufriendo el fantasma de la contaminación tras los magostos. Del mismo modo que como en otros años, la “esmorga” del San Martiño dejó un rastro de residuos. Cualquiera que se acercara a pasear en la mañana de ayer podía comprobar como los plásticos y basuras invadían el paraje natural por doquier.

En el punto más alto, los restos del botellón empañaban las vistas de la ciudad. Entre los residuos más comunes se encontraban latas de cerveza, botellas de bebidas de alta graduación, bolsas de plástico… Ni siquiera recogieron lo aprovechable, como atestiguaban varias raciones de empanada tiradas en el suelo.

La escena es ya habitual. Todos los años se repite la misma historia: tras la celebración del San Martiño, el parque se convierte en un vertedero improvisado donde los menos respetuosos con el medio ambiente abandonan sus desperdicios.

La nota positiva es que no todos los que subieron a disfrutar de la compañía de amigos y familiares tuvieron un comportamiento incívico. En varios de los lugares donde el sábado se celebraron magostos -alguno de ellos incluso congregó a cientos de personas- el monte estaba limpio, prácticamente sin rastro de la fiesta.

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