El covid no detuvo a María José para bautizar a sus mellizos, solo se retrasó un poco. La ceremonia, prevista para el mes de abril, cambió de fecha. Así, Álex y Xosé, nacidos el 17 de enero de 2020, se convirtieron en los primeros niños bautizados de la parroquia de San Pío X en la ciudad el pasado sábado. "Foi algo que decidín dun momento para o outro, non quería chegar ao verán e que estivesen sen bautizar", cuenta María José Ferreiro, su madre.
Ocho familiares la acompañaron usando la mascarilla obligatoria: "Foi algo moi raro porque me daba a volta e vía a xente con elas e gardando as distancias", explica Ferreiro. En una semana se decidió a hacerlo, habló con el párroco y, ocho días después, sus hijos quedaron bautizados. El convite, quedará para otro momento. "Farémolo cando se arranxe o tema dos restaurantes e o seu protocolo sexa claro", afirma Ferreiro, que no descarta una churrascada.
La fase uno permitió el regreso de las celebraciones religiosas, como los bautizos, cumpliendo con un aforo del 30%. "Decídimos pola misa da tarde con menos xente. Nós éramos poucos e igual había dez personas máis", recuerda Ferreiro. Todos ellos cumplieron con los criterios de la Diócesis de Ourense de emplear mascarilla y guardar las distancias: "Ninguén se acercou a ver aos bebés e todos mantiveron a distancia", relata la madre de Álex y Xosé.
Bautizos y bodas son las únicas celebraciones litúrgicas que tienen lugar, previa conversación de con el párroco. Las comuniones, se retomarán en julio y las confirmaciones se posponen al nuevo curso. Dentro de la fase dos, se le permite un aforo del 50% en los templos, algo por lo que no esperó la madre. "Somos poucos e non necesitábamos máis. Temos familia no pobo e non queríamos que baixaran só para ir a unha misa", comenta.
Tras la ceremonia, celebraron un convite a su manera: "Tomamos un cafeciño nunha terraza e logo marchamos para casa", cuenta Ferreiro. Eso sí, Álex y Xosé serán siempre los primeros niños bautizados en San Pío X después del covid.