Moverse por las calles de la ciudad en bicicleta es una alternativa para una parte de los vecinos de la ciudad, que critican el mal estado de la flota de velocípedos que ofrece el Concello mediante un sistema de alquiler.
Pedaleando desde el Campus hasta el Casco Vello. Un recorrido que José Manuel Poza, un joven de 25 años y estudiante de Enxeñaría Agraria, realiza con asiduidad en bicicleta. "E non o fago máis porque as bicis públicas están en mal estado. Para encontrar unha que valga a pena... ", destaca. El coste anual del servicio es de 5,30 euros. "Non me importaría pagar máis se a cambio estiveran en mellores condicións", añadió. Ante el mal estado en el que se encuentran, Poza decidió comprar la suya propia. Una tendencia, cada vez más en alza. "Las públicas no son el estilo de bici que me gusta", indicó Alfonso Pereira, de 27 años. Él apostó por el modelo BMX, más urbana y cómoda. Pero, según cree, "deberían permitir subir con bicicletas a los autobuses", puntualiza Pereira.
El servicio de alquiler de velocípedos del Concello de Ourense arrancó en 2007, despertando una gran aceptación entre los ourensanos. En aquel año, 1.780 personas se unieron al transporte de dos ruedas, realizando un total de 3.226 préstamos. La peor época el año 2010 al registrarse 1.564 alquileres. Fue entonces cuando el gobierno local decidió ampliar el número de velocípedos, alcanzando los 100 de hoy en día. Los resultados de esta decisión fueron inmediatos de tal forma que un año despúes, en 2011, se contabilizaron 6.099 alquileres y 759 nuevos usuarios decidieron inscribirse en el sistema.
En lo que llevamos de 2016, se registraron 1.389 alquileres, de los que 89 se realizaron en enero, uno de los meses más lluviosos en la ciudad. "En Holanda llueve bastante más que en España y se utiliza la bicicleta igual. Los holandeses llevan un impermeable y los centros de trabajo están preparados por si se tienen que cambiar de ropa. Lo que se necesita es más concienciación y un cambio de mentalidad", destacó el empresario Javier Barreal, que diseñó un proyecto de carril bici para la ciudad. "Lo siguen estudiando en la Concellería de Transportes", añadió.
Su proyecto parte de la estación de autobuses y discurre por la avenida de Marín hasta el Puente Nuevo. Al final de éste, se divide en dos tramos. Uno de ellos en dirección al Campus y, el otro, hacia el centro. Este último ramal conectaría con el Casco Vello (calle Paseo) y, una vez en el Xardín do Posío, comunicaría con la zona del hospital. Es el primer esbozo. "Lo diseñé por hobby. Me crié en Holanda y allí es el medio de transporte más usado. Creo que se puede realizar aquí y en cualquier ciudad. Lo que se necesita es intención política", destacó Barreal.
En su conjunto, desde la puesta en marcha del servicio de alquiler de bicicletas públicas se realizaron 37.457 préstamos y 4.930 ourensanos se animaron a utilizarlas para sus desplazamientos. Existen 10 aparcamientos emplazados en la Plaza de Bispo Cesáreo, pabellón de Os Remedios, avenida Otero Pedrayo, Campus, avenida de Zamora (Mariñamansa), plaza de O Couto, Aula da Natureza de Oira, Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, parque de San Lázaro, Chavasqueira y plaza de la Marina.
En la actualidad, San Mamede Bike se encarga de la gestión del servicio, en fase de contratación tras la junta de gobierno local del pasado 23 de junio declinar la adjudicación.
