Si las obras y los trámites no se retrasan más, los servicios de alta velocidad podrían iniciarse con el cambio de horarios del verano de 2020
Pasarán más de 24 meses hasta que los primeros trenes comerciales circulen entre Ourense y Madrid por la línea del AVE gallego. Primero, tiene que estar terminada la infraestructura y todavía hay un tramo sin licitar, que es el de la adaptación de la línea convencional desde Taboadela a la estación de Ourense. Se necesitan 15 meses de obras y alrededor de seis meses de tramitación, lo que ya nos sitúa en un horizonte de 21 meses. Luego tienen que llegar los períodos de pruebas con los trenes laboratorio de Adif Alta Velocidad, la certificación de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, las pruebas de Renfe y la habilitación de los maquinistas para poder circular por los nuevos tramos en servicio. Si las obras y los trámites no se retrasan más, los servicios de alta velocidad podrían iniciarse con el cambio de horarios del verano de 2020. Para entonces, Renfe ya tendrá los primeros trenes AVRIL, que está fabricando Talgo, y también los aves reciclados de los antiguos trenes hotel, con los que poder hacer frente a los nuevos servicios de viajeros, tanto los que terminen su viaje en la estación de Ourense, como aquellos que, previo paso por el cambiador sigan al resto de Galicia.
Unos y otros volverán a convertir a Ourense en la ciudad gallega mejor comunicada, con más frecuencias con Madrid y con la posibilidad de prolongar viajes con Sevilla, Barcelona, Valencia, con tiempos de viaje inferiores a las 6 horas. O incluso facturar su equipaje y comprar billete a la T4 de Barajas.
