La estabilidad del grupo municipal socialista y la gobernabilidad del Concello de la ciudad vuelve periódicamente a la actualidad, cada vez que en una comparecencia política los periodistas preguntan por el estado de un equipo en minoría que todavía no ha cumplido con todas las condiciones que le impuso el partido que le apoya puntualmente para evitar la reprobación del alcalde, el socialista Agustín Fernández.
Ayer fue, otra vez, ese día. La diputada nacionalista Tereixa Paz respondió a los medios de comunicación en un acto convocado para criticar la situación económica, que el BNG jamás facilitará un gobierno municipal del PP en Ourense, aunque el regidor dilate en el tiempo la depuración de responsabilidades políticas por los 'gastos impropios' del grupo municipal con cargo a fondos públicos. Inmediatamente, el portavoz del PP, Rosendo Fernández, acusaba a los nacionalistas de atender más a intereses 'partidistas' que a los de los ciudadanos de Ourense. En el debate intervino también el secretario provincial del PSdeG, Raúl Fernández, en su caso para asegurar que la ciudad tiene un gobierno estable y dijo que el partido tiene sus tiempos para depurar las responsabilidades que exige el BNG, al que calificó de formación drmocráticamente madura y de gobierno. Y todo ello antes de un pleno, el viernes, que volverá a poner contra las cuerdas al gobierno, cuando se vote la anulación del contrato de Carmen Rodríguez Dacosta como personal de confianza.
