El acuerdo plenario y las alegaciones presentadas generaron un agrio debate con la oposición

Boborás modifica a la baja sus previsiones urbanísticas

El grupo de gobierno vota a favor de los cambios en el PXOM, en la sesión plenaria. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
La modificación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Boborás para atender a las indicaciones de la Xunta, que rebajó en 726.251 metros cuadrados la expansión urbanística del municipio, fue aprobada inicialmente por el pleno de la Corporación, con seis votos a favor del equipo de gobierno del PP y cuatro en contra de la oposición (PSOE y BNG), en una tensa sesión plenaria que comenzó a las nueve de la mañana de ayer. Tanto el nacionalista Manuel González como el socialista Alberto Otero, portavoces de ambos grupos, coincidieron en señalar que el cambio perjudica a los vecinos.
Además, añadieron que el único beneficiado es el propio alcalde, Cipriano Caamaño, 'xa que parte da súa finca da Almuzara, na que está a edificar unha casa, estaba antes dentro da superficie prevista para industrias no Plan, e coa modificación o terreo quedou totalmente clasificado como solo de núcleo rural, é dicir, urbanizable'. Alberto Otero llamó la atención sobre el hecho de que la Xunta eliminase zonas edificables 'xa que o Concello non foi capaz de remitir un catastro parcelario para demostrar que non é factible construir 3.500 vivendas no municipio en parcelas de 200 metros cadrados, tal e como asegura a Xunta'.

Así, las casas existentes en las carreteras que unen Almuzara con Boborás y O Penedo 'quedan fóra de ordenación, e os veciños non poden amplialas ou construir unhas novas', indicó el portavoz del PSOE.

Cipriano Caamaño, que mantuvo un enfrentamiento dialéctico con Otero, indicó que 'agora que veñen as eleccións lembrádesvos de traer á xente para que proteste (en alusión a ocho vecinos de Almuzara, presentes en el pleno), e non os aconsellástedes antes para que presentaran alegacións no prazo que estivo exposto o plan de urbanismo'.

El alcalde explicó que presentó su alegación 'como propietario e déronme a razón', refiriéndose al cambio de calificación de su finca particular. Al final de la sesión, los vecinos citados, con el apoyo del BNG, presentaron un escrito reclamando sus derechos. Caamaño lo rechazó y abandonó el salón de plenos, que estuvo vigilado en todo momento por una pareja de la Guardia Civil.

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