viticultura

La bodega Torres busca las cepas ourensanas perdidas

El enólogo Víctor Cortizo, en el viñedo del Pazo de Torre Penelas en el Salnés, en Pontevedra.
photo_camera El enólogo Víctor Cortizo, en el viñedo del Pazo de Torre Penelas en el Salnés, en Pontevedra.

Anima a los viticultores a informar de variedades autóctonas desaparecidas o casi en desuso

La bodega Torres, originaria de Vilafranca del Penedés –Cataluña–, busca en Ourense variedades de uva autóctonas perdidas a lo largo de las últimas décadas. Para ello lanza un llamamiento a viticultores que cultiven o conozcan cepas ancestrales.

Desde que la empresa viticultora llegó a Galicia, el pasado 2017, ya ha lanzado al mercado el vino Pazo das Bruxas, un albariño elaborado en su Pazo de Torre Penelas en el Salnés (Pontevedra). El pasado año, Torres comenzó con su campaña de recuperación de cepas ancestrales en Galicia, aunque de momento no ha tenido éxito. "En 2018 anunciamos la campaña y nos llamaron varios vecinos, pero algunas eran variedades ya recuperadas", explica Víctor Cortizo, el enólogo pontevedrés que está al frente del proyecto de Torres en Galicia. "Tres de ellas ya existían, una era un híbrido y la otra no la pudimos analizar todavía, así que volveré este año cuando haya uva para valorarla", añade. En muchos casos, según el experto, los propios viticultores no conocen la variedad de uva que están utilizando y los nombres varían de una zona a otra. Aunque el proceso de recuperación de cepas es lento, ya que exige visitas a los viñedos y posteriores análisis pormenorizados, desde Torres están convencidos de sus muchas ventajas. "Además de ayudar a la recuperación del patrimonio vinícola de la zona, este tipo de variedades autóctonas afrontan mucho mejor las inclemencias del cambio climático que las foráneas", asegura Cortizo.

Aunque la comunidad gallega, comparada con otras zonas peninsulares, perdió menos tipos de uvas, el enólogo recuerda que sí cayeron en el olvido aquellas más minoritarias, mantenidas por pequeños productores. Por ello, anima a los viticultores ourensanos, así como a personas que estén en contacto con el sector, a informar de las posibles variedades autóctonas desconocidas. Se puede contactar con la bodega a través del número 93 817 76 76 o a través del correo [email protected].


"En Cataluña recuperamos medio centenar de cepas"


La bodega Torres arrancó con su proyecto de recuperación de cepas autóctonas hace más de diez años en Cataluña, donde nació la empresa. "En esta campaña se necesita tiempo para obtener resultados", explica el enólogo Víctor Cortizo.

Desde entonces, muchos han sido los pequeños productores que se han puesto en contacto con ellos y, en total, encontraron más de 50 variedades ancestrales perdidas. "Prácticamente todas las cepas originarias de Cataluña se habían perdido, porque la filoxera –un pulgón letal para la vid– bajó de Francia y lo arrasó todo", relata Cortizo. 

Del medio centenar de variedades catalanas, no todas se empezaron a cultivar en los viñedos Torres: "Tienen que llegar a un contenido en alcohol y a una acidez equilibrada para ser un vino con interés enológico". Por el momento, la bodega ya ha lanzado al mercado una producción de esas uvas, aunque mezclada con otras cepas. "Además, estamos elaborando un caldo obtenido de una de las variedades recuperadas y que saldrá al mercado el próximo año", cuenta. 

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