Los bomberos asisten a más mayores y hay menos incendios

ÓSCAR PINAL
photo_camera Los bomberos de Ourense en la asistencia de un camión volcado en 2018. ÓSCAR PINAL
La cuarentena provocó que redujesen sus intervenciones en las carreteras durante todo 2020

La pandemia de covid-19 provocó que los bomberos de la ciudad relajasen su actividad en 2020.  Los ourensanos pasaron más tiempo en casa, por lo que los incendios por despiste disminuyeron, mientras que, por la misma causa, aumentaron las asistencias a personas mayores en sus domicilios.

El oficial del parque, José Benito Álvarez, afirma que las asistencias en carreteras por accidentes de tráfico y los incendios urbanos en viviendas se redujeron considerablemente: "Al estar la gente en casa hubo menos posibilidades de que ardiesen cocinas por cacerolas que se quedan olvidadas o situaciones semejantes". Sin embargo, a partir de la primera ola aumentaron las intervenciones de rescate "a personas mayores que se caían y no se podían levantar en sus propias casas", indica el oficial.

El cabo José Luis Currás cree que "los casos de personas mayores que necesitan ayuda se dispararon no por la pandemia, sino por el notable envejecimiento de la población. Es un servicio que ya venía aumentando desde antes del covid".

También, por la misma lógica que los anteriores, no se registraron casos de incendios por elementos de calefacción que provocaban que cortinas u otros elementos contiguos prendiesen, un clásico del invierno.

los contenedores que arden

Según Álvarez, "cada semana se queman en Ourense entre uno y dos contenedores y este mes de diciembre ya llevamos cuatro quemados". Además, dice que "casi siempre se queman en su totalidad provocando que haya que reponerlos". Desde el concello, afirman que cada contenedor cuesta 1.100 euros  y que cada año el concello gasta 300.000 euros en actos vandálicos. 

las incidencias del trimestre

Según el oficial del parque, en el último trimestre de 2020 hubo tres incidencias destacables además de las labores de asistencia en domicilios: el incendio en una granja en Vilar de Astrés, en el que murieron 12.000 pollos, la caída de una mujer en el Barbaña cuando intentaba alimentar a unos gatos, que fallecía tras ser trasladada al CHUO y el incendio de un transformador de Naturgy en A Ponte, que dejó sin luz a 2.000 abonados durante diez horas.


Navidad en el parque: un cordero en la guardia

Un grupo de 11 bomberos estará de guardia en Nochebuena y fin de año, por lo que tendrán que adaptar la ocasión a sus jornadas laborales. El oficial del parque José Benito Álvarez explica que "ese día se hará una cena especial en la cocina del parque y los bomberos traerán un cordero, son noches de poca incidencia". Para cenar todos juntos y cumplir con las medidas de seguridad, "se sentarán en mesas dispuestas a dos metros de distancia", indica.

Además, para reducir los contagios, los turnos se organizaron de modo que no coincidan unas brigadas con otras y "cuando una entra ni siquiera se cruza con la que sale, de ese modo se crean grupos cerrados de convivencia", explica Álvarez. Aún con las medidas de seguridad, en el parque de bomberos de Ourense hubo dos casos de covid-19 desde el inicio de la pandemia, sin embargo, el jefe del parque, indica que "ambos fueron externos, uno por contacto con un sanitario y otro a través de un instalador".

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