VALDEORRAS

El botelo desembarcó en Vigo

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photo_camera Alfredo García sirve una ración de botelo a Abel Caballero, en la fiesta del Hotel Coia vigués, y a su lado, Antón Pulido.

La Festa do Botelo finalizó ayer en Vigo su recorrido promocional, que abrió en la villa barquense y que después  la llevó a la capital herculina. En la ciudad olívica casi 200 las personas que degustaron el embutido de O Barco.

El embutido tradicional de O Barco, el botelo, sentó ayer a la mesa a diferentes personalidades del mundo de la política y la cultura de la ciudad olívica. Fueron 180 personas las que respondieron a la llamada del Hotel Coia, en una iniciativa la Concellería de Cultura e Educación barquense, que dirige Margarida Pizcueta Barreiro.

Antes de que comenzase la cuarta edición de la fiesta viguesa, el embutido ya había sido degustado en A Coruña. En la ciudad herculina fueron 340 las personas que el 3 de febrero degustaron un plato que en su tierra, O Barco, sí fue profeta. En esta villa consiguió reunir a otros 1.350 devotos sobre la pista del polideportivo municipal de Calabagueiros. Fue el pasado 20 de enero, coincidiendo con su décimo octava edición. Una vez finalizada la gira, el balance no puede ser más positivo, con casi 1.900 comensales convertidos en fieles seguidores.

La concelleira de Cultura, Margarida Pizcueta, no estuvo sola ejerciendo de anfitriona de la fiesta que hermanó al botelo con el olivo. La acompañó el alcalde de O Barco, Alfredo García Rodríguez, quien se sentó junto a su homólogo en Vigo, Abel Caballero. También estuvo el secretario general del Eixo Atlántico, Xoán Vázquez Mao, además del escritor y editor gallego Bieito Ledo y el pintor Antón Pulido. Estos últimos, acudieron en representación del mundo de la cultura, según apuntó la organización.

La comida comenzó con la típica sopa de cocido, para continuar con la empanada de "maravallas", propia de Valdeorras. Solo cuando este segundo manjar desapareció de las mesas llegó el protagonista de la fiesta: el botelo. Fue servido acompañado de cachelos y verduras, como suele llevarse a las mesas barquenses. Dos caldos de la Denominación de Orixe valdeorresa, el blanco que embotella Adega D'Berna y el tinto de la Bodega Cooperativa Jesús Nazareno de O Barco, facilitaron la ingestión de un menú que cerraron la torta de "roxóns" y bica. Una vez finalizado el capítulo gastronómico llegó el turno de la música, que ambientó los últimos minutos de la Festa do Botelo de 2018. 

La Xunta la declaró Festa de Interese Turístico de Galicia en 2014. Esta fue organizada en torno a un embutido que es elaborado con el estómago del cerdo y en el que se introducen costillas adobadas antes de ahumarlo.

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