EN OURENSE

La brecha entre formación y empleo crece e impide retener más talento

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photo_camera Alumnos del centro de Formación Profesional de Ourense.

Clamor entre los agentes sociales para cerrar la vía migratoria de personas que se marchan por carecer de un trabajo acorde

Durante el año 2017 se han ido de Ourense a trabajar a otras provincias 3.108 personas con estudios primarios, 4.642 con la ESO, 2.515 con el Bachillerato, 2.424 con ciclos formativos y 2.998 con titulo universitario. ¿Lo han hecho por voluntad propia o porque en Ourense no se le ofertó un empleo acorde a su formación?

El Servicio Público de Empleo Estatal acredita que esas personas sí han sido contratadas en otras provincias. ¿El sistema educativo forma en Ourense a las personas que pueden trabajar en la provincia? Sí, en muchos casos, pero hay lagunas importantes. "El sistema educativo está formando para un mundo que ya no existe", sentencia Lois Babarro, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Ourense (AJE). Su opinión tiene eco en la Confederación de Empresarios de Ourense (CEO) y, a pie de obra, en las Empresas de Trabajo Temporal (ETT). En resumen: la brecha entre los perfiles profesionales que buscan las empresas locales y la formación que acreditan los candidatos al empleo no para de crecer.

A emplearse en otras provincias han ido el pasado ejercicio, entre otros, 2.699 "técnicos y profesionales científicos e intelectuales" —en la terminología del SEPE—, 1.620 técnicos y profesionales de apoyo, 1.187 empleados administrativos o 1.356 operadores de instalaciones de maquinaria y montadores. Pero también 4.836 trabajadores de los servicios de restauración, personales, protección y vendedores de comercios. Es decir, la sangría laboral es constante y el saldo es negativo porque de los 76.487 contratos hechos a ourensanos en el 2017, 15.703 era para irse fuera y 10.068 para habitantes de otros lugares que vinieron a la provincia. Es decir, el saldo negativo ha sido en 5.635 personas. En el sector esto no sorprende: "Hay una gran diferencia entre lo que las empresas nos piden y lo que los candidatos acreditan como formación", advierte Noelia Álvarez, responsable de selección de Ader, empresa de Recursos Humanos y Trabajo Temporal.

Por ejemplo, entre los puestos de difícil cobertura están torneros fresadores, chóferes con carnet tipo C, chapistas y pintores de automoción, mecánicos para camiones, titulados en manipulación de alimentos o profesionales con carné de carretillero. Pero también expertos que ayuden a implantar normas ISO de calidad en las empresas, ingenieros de diferentes modalidades, físicos, expertos en metrología y calibración para el sector de la automoción, así como diversas profesiones con buen nivel de idiomas.

Noelia Álvarez reconoce que "año tras año se siguen evidenciando las diferencias entre lo que los empresarios nos piden y el mercado laboral nos ofrece. Y no parece que la situación se vaya a corregir de forma inmediata. Lois Babarro, presidente de AJE insiste en que "la Educación es uno de los grandes retos de la sociedad actual y requiere un consenso, sí o sí". Apuesta por dejar de lado "contenidos memorísticos que están al alcance de todos vía internet y primar la suma de habilidades y aptitudes, fomentar la empatía y la comunicación". En definitiva, "adaptar el modelo al siglo en el que estamos".

En ese escenario, también es crucial el papel que adopta la persona que busca empleo. En Ader recuerdan que "esto no es Madrid ni Barcelona y a veces hay cierto umbral de exigencia, aunque el candidato no tenga trabajo". 


La Formación Profesional "necesita de un reajuste"


La Región publicó en días pasados que la mitad de las plazas de Formación Profesional quedan sin cubrir. La oferta y la demanda no casan, sin duda. El estigma de la FP es viejo y las soluciones, ineficaces, como lo demuestran los niveles de matrícula. La Confederación de Empresarios de Ourense (CEO) dice que "es evidente que necesita un reajuste para adecuarla a los retos de los nuevos tiempos y, consecuentemente, a las necesidades de las empresas y las exigencias de los mercados".

Varias instituciones (entre ellas el Concello de Ourense) dijeron tomarse en serio la cuestión, pero con escaso éxito. Insiste la CEO en que la futura FP debería "tener en cuenta la naturaleza de nuestro tejido empresarial, en el que son mayoría las pequeñas empresas e incluso microempresas, que no pueden asumir los requisitos de la FP Dual tal como fija la normativa actual". Asimismo, la oferta formativa "debe coincidir con la demanda real de los sectores económicos de la provincia".

Los empresarios creen que "eso permitiría resolver en gran parte el contrasentido actual: tener un importante número de personas en paro mientras hay empresas incapaces de cubrir puestos vacantes por falta de personal con preparación específica". 

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