El mes de diciembre avanza y las fechas navideñas se aproximan. A lo largo del año hay personas anónimas que trabajan a diario para que en estas jornadas no falte una decoración básica de la tradición cristiana: los belenes. Por la ciudad, numerosos artistas exponen sus trabajos artesanales sobre el nacimiento de Jesús. Todos con una misma idea, que plasman en diferentes visiones.
Los belenistas abren al público para que los ciudadanos y, puede que algún turista, decida pasarse a ver su obra y así apreciar la labor de estos artesanos. En el convento de la Clarisas en Vilar de Astrés, se estrena por primera vez el belén de Antonio Taboada. En la iglesia, una pequeña obra sirve como introducción a la historia de la tradición de los belenes. "No ano 223 en Grecia, celebrouse un nacemento vivinte o día 24 xunto coas Clarisas, dende entón pasou a Italia ata convertirse nunha tradición no mundo", explica Taboada.
Tras esta pieza introductora se esconde su trabajo. "Está composto por máis de 200 figuras nun escenario feito completamente a man", destaca Taboada. El material principal que empleó es la espuma, a la que añadió arenas en diferentes tonos: "Belén non é musgo, ten roca e montaña e esa rugosidade quíxena transmitir", explica el autor. En su belén se reflejan todos los pasos que sigue el nacimiento dentro de la Biblia. "Añadín algúns oficios para darlle maior contextualización", afirma. Fruteros, alfareros, carpinteros o un afiador: "Algo da nosa tradición tiña que engadir", señala Taboada.
En total abarca "case 60 metros cuadrados" en el que 20 motores dan vida a este pueblo en miniatura. "É o traballo dun ano enteiro", resalta Taboada. A pesar de que ya se puede visitar, el día 23 este belén tendrá su inauguración oficial con la visita del obispo Leonardo Lemos y, además, contará con María do Ceo para entonar algunos villancicos.
Un belén con ajos y cebollas
José Luis Acevedo visita todos los días su obra, para regar los ajos y cebollas que sembró en su belén expuesto en la iglesia de Fátima en O Couto. "Xa levan aquí unha semana e van crecendo", cuenta el autor. Desde que se jubiló, hace 14 años, dedicó su tiempo libre a preparar este nacimiento de Jesús. "Cando comezamos non había nada do que hoxe temos aquí", afirma.
Con el paso del tiempo fue aumentándolo hasta alcanzar los 30 metros cuadrados. "Hai máis de 70 figuras e moitas delas restaureinas polo mal estado no que se atopaban", explica. El material que ha empleado es el porexpan y la pintura que imita la textura de las piedras. Las casas no pierden ningún detalle y gozan de un mobiliario adaptado a su tamaño. "Para o ano trataremos de facer algunha construcción típica galega e darlle algo do noso", revela Acevedo.
En la residencia de San José de Rairo, las monjas son las encargadas de elaborar todos los años su belén. En él se explica y guía paso por paso al espectador a lo largo de este apartado recogido en la Biblia. En el centro, As Burgas preside la escena para hacer un guiño a la ciudad. Este trabajo se presenta anualmente al Concurso de Belenes de Ourense.
En este mismo certamen se presentó el pasado año Javier Vázquez con el Belén de América Vázquez. Resultó ganador y este año exhibe su obra, ampliada y mejorada, en la granja de Guizamonde en Santa Teresita. Pasó de ocupar 20 metros cuadrados a 50 y contar con 300 figuras en un escenario que recrea el paisaje gallego.
En O Couto se expone en Ervedelo el Belén do Milo. "Son 42 metros cuadrados de trabajo a mano con porexpan, que reúne más de 250 figuras", explica su autor, Enrique Cid "Milo". La novedad que integra este año es una recreación de la iglesia de Fátima, lugar emblemático del barrio.