SANIDAD

La burocracia hace recorrer a un herido grave cinco hospitales

Tras un accidente en la "rala", el ourensano paso por Verín, Portugal y Vigo para acabar en el CHUO.

La burocracia sanitaria provocó que Aser G.S, un ourensano de 50 años que sufrió un grave accidente de parapente en la sierra de Larouco, tuviera que recorrer más de 500 kilómetros en cinco ambulancias, pasar por cinco hospitales diferentes, ver cómo se le denegaba la atención en otros dos, para acabar hospitalizado en el CHUO.

El viacrucis de este ourensano y su familia comenzó el pasado 16 de marzo cuando se despeñó a 400 metros de la frontera entre Galicia y Portugal, en zona lusa. Tras la llamada al 112 solicitando evacuación en helicóptero, se le comunicó a su mujer que las aeronaves españolas no podían invadir el espacio aéreo portugués.

El 112 luso no disponía de helicóptero y la UCI móvil tardó dos horas en llegar al lugar del accidente, y otras dos en trasladar al herido, con diversos traumatismos y hemotórax, al ambulatorio de Chaves. Allí se le aconsejó el traslado a otro centro mejor equipado. Su esposa solicitó entonces el traslado al CHUO, pero las ambulancias lusas solo están autorizadas a llegar hasta Verín.

El médico de Urgencias de Verín rechazó, por riesgo para la vida del paciente, recibirlo y fue trasladado, en una segunda ambulancia, al hospital de Vila Real, adonde llegó once horas después de haber sufrido el accidente. Allí fue diagnosticado de una grave lesión cardíaca y se dispuso la necesidad de su traslado a Vila Nova de Gaia, a otros 100 kilómetros. El paciente entró en el quirófano y dos días después de la operación se comunica a la familia que debe ser trasladado a un hospital mejor dotado para problemas cardíacos. Se organiza el traslado al Hospital de O Meixoeiro, en Vigo, centro de referencia de Cardiología del CHUO.

Cuando la familia creía que la odisea de idas y venidas había llegado a su fin, comenzó una nueva batalla. El paciente llegó al Meixoeiro, tras otro viaje de 156 kilómetros por carretera, el 19 de marzo, con necesidad urgente de asistencia hospitalaria, pero la gerencia del hospital le denegó la entrada.

Mientras el paciente esperaba en la ambulancia, el Xeral y el Meixoeiro se disputaban al enfermo, ya que el primero es referencia en politraumatismos y el segundo en lesiones cardíacas, sin tener en cuenta el informe médico donde se pedía expresamente su ingreso en una UCI de O Meixoeiro por lesión cardíaca. Finalmente fue ingresado en el Xeral pero la gerencia de este centro le comunicó a los pocos días a la familia un nuevo traslado: Aser debía ser ingresado en el CHUO porque su domicilio estaba en Ourense. A pesar de los intentos de la familia para que se quedase en Vigo, intentando evitar un nuevo viaje a un paciente con politraumatismos, Aser ingresó finalmente el miércoles en el CHUO, con la negativa de la familia, sin ninguna autorización firmada y sin dar más explicaciones que el paciente tenía que ser trasladado a su lugar de domicilio.

La mujer del accidentado, Nancy Becerra, asegura que "quiero dejar claro que no se trata de una queja a todos los profesionales de la medicina que le atendieron, sino a los responsables de la gestión, que antepusieron la burocracia a la grave situación del enfermo, priorizaron el área sanitaria frente a la persona. Fue un suplicio con todos esos traslados".

Nancy Becerra explica que "no hemos puesto ninguna queja ante el defensor del paciente porque no sirve de nada. Entiendo la explicación que dieron, pero no puedo aceptarla. Además lo que ha pasado va en contra de la ley que la Xunta ha aprobado de Garantías de Prestaciones Sanitarias, negándonos la libre elección de hospital o el agrupamiento por razones familiares. También dejaron en total desamparo y desprotección a un paciente grave; sin olvidar que el Meixoeiro es centro de referencia de cardiología del CHUO".

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